A la sombra de ► Ramón Carballo empuja

El candidato del PP ha sido el último recurso de su partido para enderezar el rumbo del grupo municipal y aspirar a recuperar una alcaldía que le da la espalda desde hace veinte años

Carballo y su número dos, con unas vecinas en un reparto puerta a puerta. XESÚS PONTE
photo_camera Carballo y su número dos, con unas vecinas en un reparto puerta a puerta. XESÚS PONTE

En un PP entregado a toreros, predicadores y chisgarabises, Ramón Carballo (Pedrafita, 1959) es un señor serio de provincias, de derechas de toda la vida, como le gustaban a Mariano Rajoy, al que también le gustaba decir chisgarabís, aunque lo dijera de aquella manera tan suya. Carballo es un hombre de partido que ya estaba en el mismo sitio que está ahora cuando el partido se llamaba Alianza Popular, tapando fugas allí donde se necesitaba, fuera en la montaña o en el Parlamento gallego, empujando.

Tan cómodo como estaba en la Subdelegación del Gobierno, dicen que esta vez le costó más acudir a la llamada a rebato del PP ante la fuga que tenía en Lugo, donde no gobierna desde hace veinte años y la renovación tuvo que hacerse a empujones. Así que se encontró la agrupación local y el grupo municipal hechos unos zorros y, puestos a empujar, cambió la lista casi por completo. A lo mejor hasta es verdad que no le apetecía mucho, a estas alturas y con la vida resuelta, el trasiego de una alcaldía mayor, pero cuando señor serio de provincias se compromete a algo, cumple.

9.30 horas: Mercadillo en Frigsa

Es el primer día oficial de campaña. Los viernes hay mercadillo en el Parque de Frigsa y el grupo ha quedado en la Cafetería Illán. Un vecino que es militante fiel les ha dejado pagado la consumición y Ramón Carballo anda saludando por las mesas a simpatizantes y conocidos, que por esa zona parecen abundar.

Está contento porque le acaban de confirmar de Madrid que al día siguiente les viene Rajoy, el único reclamo que él había solicitado. "Mariano todavía tiene mucho tirón, yo ya les dije que otro no quería". Iban a hacer un tramo del Camino, pero la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba esa misma tarde les estropea los planes.

Furgoneta 'boicoteada' de Ramón Carballo. EPSe reparten por grupos para repartir propaganda por el mercadillo. Cuando la furgoneta rotulada de campaña llega con el material, ven la prueba de que la lucha de verdad ya ha comenzado: se la han boicoteado, aunque con cierto ingenio; en la parte trasera han borrado una letra de su nombre para dejarlo en Ramón Ca ballo, mientras que en el lateral han elegido otra letra, Ramón Car allo.

Se lo toma con humor, Ramón es de risa suelta y no se desenvuelve nada mal en el puteo, tiene encaje y puntería. Para las fotos de campaña han elegido unas de traje y corbata, institucional, pero hoy lleva americana jaspeada, camisa y patalón tipo chino, todo en tonos azules. Y calzado de caminar, un ejercicio que practica largo y a diario. Hoy también se ha levantado a las seis de la mañana, como casi siempre, y ha ido a visitar a su madre a la residencia donde vive, como todos los días.

Me gustaría hacer un buen safari, por Kenia o por ahí, es algo que tengo pensado desde hace tiempo

Se le ve cómodo tratando con la gente a la que le entrega los folletos. Está acostumbrado, son muchos años de recorrer la provincia y muchas granjas visitadas en sus años de veterinario por la zona de Pedrafita y la montaña fonsagradina. Antonio Ameijide, su número tres, aprovecha que están en Frigsa para continuar con el cursillo acelerado sobre el estado del municipio que le está dando, y lo lleva a visitar a los funcionarios del servicio de aguas y del parque móvil. Acaba en el parque de tráfico López Mella, con cara de satisfecho.

11.30 horas: ¿Qué pinto aquí?

A la puerta del polideportivo de Frigsa acude un taxi a recogerlo para ir hasta la vieja cárcel, donde hay un acto oficial al que se supone que está citado como jefe territorial de la Vicepresidencia de la Xunta, el puesto que le buscaron para mantenerlo visible cuando tuvo que dejar la Subdelegación tras la moción de censura a Rajoy. Tiene un hermano que es taxista en Barcelona, así que por el camino se interesa por los problemas del sector en Lugo. Recibe otro máster acelerado, pero este presencial, no como hacen otros.

La vieja cárcel está llena de chavales de todas edades, una cita escolar para mostrar proyectos tecnológicos y educativos que han ido desarrollando. En la mesa de intervenciones ya está en representación de la Xunta, junto a la alcaldesa y otros dos organizadores, el líder in péctore de la oposición municipal, José Manuel Balseiro, así que Ramón se queda de pie en las escaleras. Escucha los discursos sobre metodología, implementación, vertebrar, contextos, coyunturas y cosas así con en mismo interés que los propios chavales, entre cero y nada.

Ramón Carballo, con unos escolares. EPAl salir, sin embargo, sí que pasa por algunas de las mesas de proyectos y parece sinceramente entretenido e interesado. De una de la mesas sale con un pin del PP que le acaban de hacer.

Él estudió veterinaria, y se precia de ser uno de los primeros que llevó la veterinaria clínica por la provincia. Forma parte de lo que por aquí algunos conocen como el "clan de los veterinarios", un caladero con gran ascendencia en el PP provincial. Empezó pronto en política, porque se lo pidieron Abades y Cacharro cuando necesitaban un cabeza de lista de AP en Pedrafita. Luego también se presentó en A Fonsagrada, donde en 2001 se quedó a 80 votos de la mayoría absoluta, la distancia entre gobernar o pasar cuatro años en la oposición, como él.

Por el camino, engrosó las listas autonómicas y la retirada de uno de los diputados lo llevó al Parlamento autonómico entre el 2002 y el 2005. En realidad, pese a que pertenece al cuerpo superior de funcionarios de la Xunta desde 1994, nunca ha dejado de ocupar cargos de responsabilidad, aunque fue el último, el de subdelegado del Gobierno, el que le dio el empujón para convertirse en candidato a la alcaldía de Lugo. Y también en el que vivió una de sus experiencias más traumáticas, la muerte de su esposa. Ahora, con su hijo de 28 años independizado, vive solo y se apaña muy bien, porque es un cocinitas.

Una trayectoria, de cualquier modo, que le permite presumir de experiencia en la gestión: "Hay que poner orden en el Concello. No me da miedo tener que recibir golpes los primeros meses o aguantar huelgas o incluso externalizar tramitaciones hasta poner el contador a cero, pero hay que hacer que funcione", recalca, antes de recordar lo eficaces que fueron los expedientes disciplinarios que tuvo que abrir en algunos departamentos públicos que dirigió.

12.30 horas: Puerta a puerta

Acompañado de su sorprendente número dos, Macamen López Silva, comienza un reparto de programas por las calles que rodean la estación de autobuses. En los negocios, las quejas de los comerciantes son comunes: la necesidad ya de un sistema Ora, la limpieza y acondicionamiento de las calles, la vigilancia policial...

Él camina metiendo un poco los pies hacia dentro, sobre todo el derecho, que se ve que con la enésima epifanía del PP le tira más al centro. Aún tiene las ganas de meterse en un edificio residencial y llamar puerta a puerta. Un clásico siempre es un clásico.

Desde niño siempre quise ser piloto de aviación, pero no me decidí porque no tenía posibilidades económicas

De la primera que le abren sale un perro XL que, tras el primer susto, demuestra la peligrosidad que se le supone a su raza a base de mimos y lametones. El dueño ya le avisa que no tiene mucha intención de votarle, pero lo hace con mucha amabilidad. Carballo, como veterinario, le aconseja que vigile la dieta del perro: "Está muy gordo", es su diagnóstico.

Carballo con Link, el perro de su hijo. EPEn el piso de arriba una señora incluso conoce a una familiar suya de Sarria. A Ramón lo conoce mucha gente y él hace por conocerla. Habla como a dos voces, porque a veces un arranque agudo se sobrepone a su tono grave, y con las dos mal: por un problema de dicción de nacimiento, tropieza con algunas letras y se le encasquillan. De niño este problema le hizo sufrir, pero ahora está más que acostumbrado y nunca le dio por ver si podía tratárselo. Es más, cree que al final ha sabido sacarle partido: al ser prácticamente el único político al que no le encanta escucharse a sí mismo, suele ir "muy al grano. No pierdo el tiempo en palabras innecesarias ni en darle vueltas a las cosas, y la gente al final me lo agradece".

Por la calle, un matrimonio se acerca a saludarlo, también los conoce de algo. "No, si a nosotros no hace falta convencernos, ya somos del PP de siempre", lo tranquilizan. "Ya, pero tenéis que empujar, tenemos que empujar todos", replica con una frase que lleva repitiendo toda la vida.

"El cálculo me relaja, descansaba haciendo integrales y derivadas"
¿Es más de series o de pelis? 
Ahora mismo, de series. Cuando vivía mi mujer era más de películas, ella era de ir dos días a la semana al cine. Y de series, estuve viendo las de Narcos y Fariña y ahora estoy viendo You. 

¿Qué canal de televisión generalista es el que más ve? 
24 horas. 

¿Con qué otro candidato/a le apetecería tomar unas copas? 
Hay tres o cuatro que ni conocía. Probablemente con Chorén (Lugonovo) sería de los que me encontraría cómodo. 

¿Cual es su barrio o lugar favorito de Lugo? 
Dependen para qué. Para andar a gusto y alternar, la Rúa Nova y la Praza do Campo. Pero para tomar vinos, A Milagrosa. Y Recatelo también tiene encanto. 

Si tuviera tiempo y dinero, ¿qué viaje le gustaría hacer? 
Lo tengo pensado desde hace tiempo, y no lo hice porque mi mujer no era muy partidaria: me gustaría un buen safari, en Kenia o por ahí. Y tengo pendiente Estados Unidos. 

Es un profesional jugando a...
Me gustan todos los juegos de mesa. El tute, el mus, la subasta, el parchís, el cinquillo... he jugado a todo, es una costumbre desde la época del seminario. No es el juego, es el entorno, compartir una mesa y picarnos entre unos y otros. Y cuanto más les molesta a lo otros, más pique. 

¿A qué personaje público no soporta? 
Hay algún político, pero no voy a decir el nombre. Y a un profesor que tuve en la facultad que era impresentable. 

¿Cuál es el mejor concierto al que ha asistido? 
Uno en Viena de la Orquesta Sinfónica de Viena. Y uno en A Coruña que organizaba Gas Natural Fenosa de la Filarmónica de Galicia. 

La última vez que ha sentido vergüenza ajena en política... 
Varias veces. Lo de la corrupción y todo eso que pasó me dio mucho asco. La gente no tiene límites. Cuando uno pierde su propia dignidad, el resto sobra en la vida. Si necesitas para vivir más de lo que ya ganas al mes en esto, no eres normal. Gente que ganaba cien o doscientos mil euros, que encima tenga que cometer un delito, es una enfermedad. 

El primer problema que centrará su atención si llega a la alcaldía será... 
La gestión, que el ayuntamiento sea ágil y los problemas se resuelvan. No puede ser que un vecino llegue con un problema y salga con dos. Incluso asumiría yo la firma para los trámites del día, los vecinos no tienen que pagar los problemas. 

¿Cuál es su manera favorita de pasmar, qué hace cuando puede permitirse no hacer nada? 
Cuando estoy cansado, echarme un día a la bartola en casa. Tele, sofá y olvidarme de todo. 

¿Cuál es su vocación frustrada? 
Piloto de aviación, desde niño. Lo intenté, pero no me decidí, no tenía posibilidades económicas. Creo que me viene de cuando veía pasar los aviones por encima en la aldea. Pensé en meterme en el Ejército para hacerlo allí, pero tenía que pasarme media vida. 

¿Qué sector debe tirar de Lugo hacia su futuro? 
Se perdió mucho potencial en el campus que había que intentar recuperar. Y después, la pequeña y mediana empresa. Y ahora, aprovechar el motor del turismo, tenemos mucha potencialidad a pesar de no haber hecho nada. 

¿Qué canta en la ducha o en el coche, cuando nadie le oye? 
En el coche a veces. Me gusta la canción española. Era mucho de Juan Pardo y Nino Bravo. Luz Casal me encanta, y Sabina. 

¿Cuáles eran su asignatura favorita y la más odiada? 
Matématicas. Yo cuando tenía que estar toda la noche estudiando y me cansaba, me relajaba haciendo integrales o derivadas. El cálculo me relaja. Y odiaba cualquiera de letras, los idiomas e incluso la Historia o la Filosofía. Solo la Geografía me gustaba. 

¿Qué le gustaría tener en su casa si pudiera? 
Ahora mismo no necesito nada. Vivo en un dúplex que diseñé a mi gusto cuando lo compramos. Es alto, un noveno, y tengo una terraza que es como si viviera en el campo, con mi barbacoa y hasta poníamos una piscina pequeña para el niño. No echo en falta nada.

 

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