La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene instalados cerca de mil radares en las carreteras españolas, aunque son bastantes menos los que concentran la mayoría de las multas. Basta con ver que cuatro de cada diez impuestas el año pasado corresponden a 50 de esos aparatos, atendiendo a un informe divulgado este miércoles por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). En esa lista de los radares "más multones" hay tres gallegos —dos en la provincia de Pontevedra y otro en A Coruña—, con resultados más que curiosos en dos de ellos.
Es el caso del cinemómetro instalado en el kilómetro 282,5 de la autovía A-52, en el entorno del túnel de O Folgoso en A Cañiza. El estudio revela que el año pasado se activaron allí 15.877 sanciones, que dejan una media de más de 43 por día. Ocupa por ello la posición número 37 en el ránking de radares que más multan, en el que no estaba el año anterior. Y es que en 2019 las denuncias se dispararon, hasta el punto de multiplicar por 36 las apenas 440 de 2018.
Con todo, no es un caso único en Galicia. El radar con más actividad de la comunidad, en la provincia de A Coruña, instalado en el kilómetro 11,7 de la autovía AG-55 —la que comunica A Coruña y Carballo—, también experimentó el año pasado un incremento exponencial de las denuncias, hasta llegar a las 18.844. El aparato, situado en Arteixo, multiplicó así por 48 las 387 de todo 2018 para convertirse en el vigésimo sexto de España con más sanciones.
Estos dos radares gallegos situados en el top 50 de las multas no aparecían en la lista en 2018, en la que sí figuraba el otro cinemómetro de la comunidad que recoge el ránking de 2019. Es el que está en el kilómetro 146,9 de la carretera N-550, en el municipio de Redondela, con 16.051 multas. En este caso la cifra —que lo coloca en el puesto número 34 de la clasificación estatal— muestra un ligero descenso con respecto al ejercicio anterior, cuando se contabilizaron 17.376.
El radar que más multa en España está en la AP-7 en Sagunto
CASI 3 MILLONES DE MULTAS. El estudio de Automovilistas Europeos Asociados revela que los casi mil aparatos de control de velocidad de la DGT generaron en total cerca de tres millones de denuncias en 2019, un 13% más que el año anterior. El colectivo vincula el aumento a la activación de numerosos radares, "muchos de ellos apagados en 2018".
El ránking muestra, además, que el aparato más activo de España está en el kilómetro 478,1 de la AP-7 en Sagunto (Valencia), en el área de servicio, ya que sirvió para denunciar a 59.428 conductores el pasado año. Y eso, por cierto, es un 1.300 por ciento más que en 2018.
Por comunidades, el informe de AEA destaca que los radares más activos se han localizado en Andalucía, con 680.583 denuncias —un 23% del total—; en Madrid, con 373.078, y en la Comunitat Valenciana, con 335.953. En contraste, los radares situados en La Rioja (39.024 denuncias), Cantabria (40.147) y Navarra (48.447) son los que menos sanciones contabilizaron.
"REPLANTEAMIENTO DE LA POLÍTICA". A la vista del importante número de denuncias "formuladas mayoritariamente en autopistas y autovías", y no en carreteras secundarias —"donde se producen el 70% de los accidentes con víctimas"—, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que la DGT "debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación".
