Un esfuerzo final con el que no contaban. Quique Setién admitió que la nueva situación de luchar por la salvación no pasaba por la cabeza del equipo ya que tampoco contaba con caer ayer ante el Alavés.
«Esta es una derrota inesperada y que nos obligará a mantener las orejas tiesas en vista de los tres partidos que nos quedan, el próximo en Alicante», dijo Setién, quien añadió que «nos quedan tres partidos y el último en casa. Quizá un punto o una victoria más nos dé la continuidad en la categoría y eso es acabar bien para mí».
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