Las iglesias del Camino de Santiago que atienden a los peregrinos permanecerán cerradas durante Semana Santa, lo que genera quejas de caminantes y trabajadores de los templos, dado que se trata de unas fechas en las que se produce un incremento del número de visitantes.
Las iglesias están abiertas habitualmente por guías, que se encargan de atender a los peregrinos, entregar y sellar las credenciales u ofrecer información sobre la localidad en la que se ubican y la ruta jacobea. Son personal contratado a través de un convenio que firman anualmente el Obispado y la Xunta, de forma que la Administración autonómica se hace cargo de los salarios de los guías de los principales templos de los diferentes caminos que discurren por la diócesis de Lugo. Este acuerdo permite emplear en la comarca a tres personas, quienes trabajan en la iglesia de Triacastela, la capilla del Ciprés de Samos y el templo de Santa Mariña de Sarria.
Más caminantes desde el sábado
La oficina de turismo de Sarria percibió un incremento de peregrinos en los últimos días. Esto se debe a que los caminantes quieren llegar a Santiago el jueves o el viernes Santo, por lo que pasan por Sarria cinco días antes.
Los peregrinos son principalmente nacionales, así como algún grupo de colegios. Además, se percibió un aumento de turistas que solicitan información sobre lugares a visitar en la comarca.