Opinión

Que no sea bluf

CONTRA la concesión de honores y diplomas cuando las distinciones o nominaciones se contradicen con la realidad, como pretexto, poco más cabe que el cachondeo o el jaraneo, por no utilizar palabras mayores. Lugo, con ser una de las ciudades más sucias y descuidadas del mundo mundial, apreciación que no es opinable (véase), fue distinguida en 2008 con la escoba de plata y en 2016, con la de oro, otorgadas por una asociación de técnicos del sector del aseo urbano, sin que se sepa, o uno no lo recuerde, cuáles fueron los méritos estimados. ¿Los comprobaron in situ? Si así fue, Dios les conserve la vistas y... el olfato. Desde entonces (y desde antes), la degradación es imparable, que según se predice será reparada con la nueva concesión del servicio, a licitar, quieren, antes de que finalice el año, casi doblando la inversión y mismas tarifas. Los mal pensados desconfían (motivos no falta) de si será otro bluf para ir ganando tiempo y espacio, pero perseverando. Imagínense que se adjudica (¿o se descarta) a la empresa actual, cuyos vicios de inacción, desatención e indiferencia proseguirán al estar muy arraigados, aun con nuevo material. Ocurrió cuando se renovó el servicio de buses urbanos, a la misma compañía, y pese a las mejoras que se incluían en el nuevo contrato, sigue igual. De mal.

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