Puertas abiertas en la primera jornada de la guardería de Burela

Jornada inaugural del curso en la escuela infantil burelesa (Foto: Héctor Manasé)
photo_camera Jornada inaugural del curso en la escuela infantil burelesa (Foto: Héctor Manasé)

Una jornada de puertas abiertas marcó ayer el inicio del curso escolar en la escuela infantil de Burela, con 120 niños matriculados y otra veintena en lista de espera. La actividad, que se desarrolló por vez primera, fue muy bien acogida por los padres y fue una gran mayoría los que acudieron al recinto, según confirmó la responsable del centro, Silvia Cociña.

La idea era permitir que todos los niños y sus familias conocieran las dependencias del centro y no limitarse solo a las clases asignadas a cada niño, en las que también estuvieron. Todos los pequeños pudieron compartir juegos con niños de diferentes edades y sus cuidadoras, al tiempo que se conocieron unos a otros. «Fue un inicio de curso distinto, por el que recibimos felicitaciones, pero que nos sirvió para tener alguna pauta de cómo va a ser la adaptación de cada uno de los niños», recordó la responsable.

El curso se reanudará el lunes con la jornada de adaptación y, paulatinamente se podrán en marcha el servicio de comedor, cada vez más demandado.

Cervo

Una veintena de niños iniciaron el curso en el PAI de San Cibrao, el único gratuito que funciona en la comarca. El Concello, del que depende, ha contratado este año a una nueva profesora, con lo que son cinco las profesionales que se encargan del cuidado de los pequeños, en horario de ocho de la mañana a ocho de la tarde, para facilitar la conciliación familiar y laboral.

Las monitoras se encargarán también de dar la comida y merienda a los niños, que deben traer los progenitores de casa.

El regidor, Alfonso Villares, sigue reclamando su traslado a los bajos de la casa del mar, de propiedad estatal, aunque reconoce que siguen sin tener ninguna respuesta a las solicitudes realizadas ante la Seguridad Social, de la que depende el edificio.

Mientras tanto, el PAI sigue ubicado en los bajos de las viviendas de A Veiga.

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