Los psicólogos no pudieron concluir la credibilidad de la víctima de violación

Los especialistas que testificaron dicen que el relato de la menor fue un tanto "deslavazado" ► El juicio quedó visto para sentencia y el acusado se enfrenta al menos a 15 años de cárcel
El acusado de agredir sexualmente a la hija de su pareja, durante el juicio. P.V.
photo_camera El acusado de agredir sexualmente a la hija de su pareja, durante el juicio. P.V.

El juicio contra el vecino de Monforte acusado de violar a la hija de su pareja, menor de edad, se retomó este miércoles en la Audiencia Provincial de Lugo con la declaración de los peritos, entre los que se encontraban las dos psicólogas del Imelga que atendieron a la niña tras la denuncia. Según explicaron ante la sala, analizaron el estado de la menor para comprobar si era viable evaluarla –ya que tiene reconocida una discapacidad del 67%– y comprobaron que era posible. "Sin embargo, cuando después hablamos con ella, la niña ofreció un relato deslavazado y descontextulizado, sin la calidad suficiente, por lo que no pudimos determinar el grado de credibilidad de lo que contaba", señalaron.

Aun así, las psicólogas recogieron en las conclusiones de su informe que los resultados de la evaluación de la menor "podían ser compatibles con la situación de abusos denunciada".

En el transcurso del interrogatorio también prestaron declaración los forenses y la ginecóloga que exploró a la menor. Tal y como señalaron, en el cuerpo de la víctima "no había desgarros, ni laceraciones, ni nada que indicara violencia". Los forenses explicaron que la menor les contó que el acusado la había obligado a mantener relaciones sexuales y que ella no se defendió, sino que «se dejó llevar".

En cuanto a las pruebas de ADN, los policías que recogieron las pruebas explicaron que la abuela de la niña acudió con la menor a la comisaría y les entregó las pruebas que ella misma había recogido en su domicilio. Según explicaron, la mujer recogió un preservativo de la basura del baño y lo entregó en comisaría "en la misma bolsa" que la ropa interior y el pijama de la menor.

Los agentes de la Policía Científica de Monforte analizaron estas pruebas, así como la ropa interior del acusado y la colcha de la cama donde presuntamente se produjo la agresión. Los especialistas encontraron en todos estos objetos "una mezcla de perfiles genéticos compatibles con los perfiles de la víctima y del procesado"

Sobre este aspecto, el abogado de la defensa alegó que los resultados de las pruebas de ADN no avalan la versión de la menor, tanto por la forma en la que fueron recogidos, como porque "en un piso en el que conviven cuatro personas, que comparten varias zonas de la vivienda y colocan la ropa junta, es normal que haya ADN de todos, o de alguno de ellos, en diferentes objetos".

El letrado del acusado añadió que el preservativo presentado como prueba inculpatoria, lejos de hallarse ADN de la presunta víctima, se encontraron restos de una tercera persona que no tendría nada que ver con el núcleo familiar compuesto por abuela, madre e hija.

Sea como fuese, la menor mantuvo su versión en los dos días de juicio y reiteró que el acusado la violó en la madrugada del 28 de agosto de 2018, cuando tenía 15 años de edad. Negó sin embargo algunos aspectos recogidos en el escrito de acusación de la Fiscalía, como que el hombre le enseñara videos de contenido pornográfico "para inmiscuirla en un contexto sexual".

El hombre, por su parte, negó rotundamente los hechos y aseguró que "jamás" mantuvo relaciones sexuales con la niña. El ministerio público lo acusa de un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años y solicita para él 18 años y nueve meses de prisión, así como 10 años de libertad vigilada y 25 de alejamiento.

VISTO PARA SENTENCIA. El caso tendría que continuar hoy, pero a tenor de las pruebas periciales realizadas y de las declaraciones de unos y otros el juicio quedó visto para sentencia, anulándose la vista prevista para hoy.

El acusado se enfrenta a una pena de 18 años y nueve meses de prisión.

Esta es la petición del fiscal, que el abogado defensor, siempre que no logre la libre absolución de su defendido, reclamó que se rebaje a 15 años.