"La producción de la ganadería extensiva se ha convertido en un sector vulnerable con numerosos riesgos potenciales, tanto para el sector como para el medio ambiente, como puede ser la desaparición de la pequeña ganadería extensiva con base territorial, el aumento del riesgo de incendios y las talas incontroladas, el despoblamiento o la baja rentabilidad", apunta el grupo de estudio -en el que colaboran centros de investigación de Galicia, Asturias y Cantabria, además del departamento de Geografía, Geología y Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá de Henares- que considera que supone una ventaja para el sector, porque les ayuda a anticiparse, sabiendo con antelación cómo va a ser el comportamiento de los pastos y del ganado.
Dos variables que se pueden monitorizar a tiempo real, lo que permitirá mejorar la gestión de los montes. Para el ganadero supone una ventaja porque sabe en tiempo real el estado del pasto y cuando se necesita, por ejemplo, un desbroce, pero también puede saber los cambios que se produzcan en el ganado, como puede ser un ataque, ya que todo queda registrado y se puede acelerar la intervención.
TELEDETECCIÓN. El control de la vegetación se realiza a través de la recepción constante de imágenes vía satélite. "Aplicando técnicas de teledetección, somos capaces de extraer de las imágenes variables biofísicas de la vegetación como la productividad, el contenido en agua o la capacidad nutritiva de los pastos, las cuales son un factor clave a la hora mejorar la gestión de este valioso recurso", apuntan los responsables del proyecto.
La técnica permite al ganadero detectar en tiempo real cambios en el monte, como incendios, o ataques a los animales
Una herramienta que permite incluso "caracterizar y comprender mejor el comportamiento de la vegetación, pudiendo encontrar anomalías en su crecimiento y posibilitando llevar a cabo medidas para mitigar sus posibles efectos negativos", añaden. Así, las series temporales de imágenes también son una herramienta clave a la hora de detectar cambios sobre la superficie, que pueden ser debido a causas bruscas, como un incendio forestal, pero también modificaciones paulatinas, como es el caso de la matorralización y la pérdida de pasto.
Un estudio por el que ya se han interesado desde entidades como Asaja Galicia y que ya se puso en marcha en la zona de Asturias, como parte de un proyecto piloto que llega ahora a A Mariña, donde aún son muchos los concellos en los que se mantiene la ganadería extensiva, en muchas ocasiones en montes comunales. Una forma de vida tradicional, en la que entra la tecnología como una ayuda para mejorar el ganado y el entorno.