El efecto de disuasión por la intervención policial de días pasados parece que se ha diluido. Algunos conductores se volvían a quejar este viernes de la presencia de gorrillas en el entorno del hospital Lucus Augusti. Una usuaria demandaba este viernes más vigilancia policial debido a que el Hula es "un hospital público al que acuden muchas personas" y, a su juicio, no deben sufrir este "acoso diario".
Considera que la actuación de los aparcacoches ilegales es "una extorsión" que sufren desde hace años los usuarios que se tienen que desplazar en su vehículo a este centro sanitario. La afectada criticaba que no interviniese la policía el pasado jueves por la tarde cuando un gorrilla entrañaba un riesgo para los conductores, porque iba dando tumbos de un lado para otro. Explicó que incluso un autobús urbano se tuvo que echar a un lado para evitar atropellarlo.
Ante esa situación, esta usuaria llamó a la Policía Local, pero aseguró que esta no acudió y le dijeron que tenía que acudir a sus dependencias a presentar una denuncia. Añadió además que se puso en contacto con la alcaldía para urgir una solución. Su personal le comunicó que trasladaría su demanda a la Policía Local. Esta ciudadana considera que es "la pescadilla que se muerde la cola", porque de unas instancias la remiten a otras y no se da una solución al problema.
