El delegado territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro, confirmó que la prohibición de plantar patatas en los 33 municipios gallegos afectados por la plaga de la polilla guatemalteca será prorrogada, a pesar de que el decreto ministerial fijaba inicialmente dos años de cuarentena, que se cumplirán "el próximo 5 de marzo".
A preguntas de los periodistas, Balseiro reconoció que "en este momento no se dan las condiciones para levantar las restricciones impuestas", dado que "la plaga no está erradicada en todos los municipios" y "la veda no será suspendida hasta que dejen de aparecer capturas en las trampas colocadas".
"Es verdad que el decreto del Ministerio fijaba dos años de prohibición, que se cumplirán el próximo 5 de marzo, pero las restricciones se prolongarán durante un tiempo indefinido", añadió Balseiro, porque "mantener la prohibición se debe a un factor de prudencia".
En ese sentido, recordó que "de nada serviría levantar la veda y que en un año vuelva a aparecer esta plaga".
De hecho, aseguró que "los expertos insisten en que si no hay patatas, la polilla no puede reproducirse", de modo que "está en nuestra mano acabar con la plaga".
Desde marzo, habrá controles, "como se hizo hasta ahora", y las multas serán de 3.000 euros para las personas que no hagan caso a la prohibición. A día de hoy, son una quincena las personas multadas por plantar patatas a pesar de la prohibición.
De los 33 municipios infectados, 18 son lucenses, además de otros nueve en esa provincia que actúan "como tapón" ante la plaga y en los que solo se puede plantar patata con permiso de la administración.
