Hace siete años, Javier Rodríguez apostó por destinar una finca sin uso de dos hectáreas en la parroquia xermadesa de Roupar a la plantación de casi un millar de manzanos de cinco variedades, con la idea de destinar la fruta a la producción de sidra. Aunque hubo escépticos ante su idea, el tiempo le ha dado la razón a este emprendedor, que ha visto crecer año tras año su producción, incluso por encima de lo esperado, hasta los 80.000 kilos de manzanas que prevé recoger esta temporada.
Ayer iniciaba la recolección de la mitad de su cosecha, la correspondiente a la variedad De la Riega, que comercializará a través de la cooperativa Cabrinfolla. La entidad, integrada por doce socios y fundada en 2019, está presidida por el ingeniero agrónomo y experto en fruticultura Francisco Otero, a quien Javier se refiere como «o pai» de su plantación, ya que fue el que lo animó a realizarla y le proporcionó el asesoramiento técnico en una campo hasta ese momento desconocido para él.
La cooperativa, que cuenta ya entre sus clientes con Estrella Galicia y varios lagares asturianos, facilita atender las necesidades del mercado y organizar la recogida de los distintos productores asociados en función de la demanda, tal y como destaca Javier.
Este fin de semana completará la recolección, que se lleva a cabo de forma manual, de la variedad De la Riega, una de las que cuentan con un mayor número de árboles, y la próxima semana recogerá las de Raxao y Durona. Los últimos trabajos se centrarán en la variedad Regona, que es la más numerosa de la plantación con unos 380 árboles, y de Perico.
Javier Rodríguez está a punto de concluir el proceso de transformar su producción en ecológica, por lo que la próxima temporada ya espera contar con este sello en sus manzanas para sidra.
