Opinión

Principio de incertidumbre

En 1927, el físico alemán Werner Heisenberg —posteriormente galardonado con el premio Nobel— formuló el llamado ‘principio de incertidumbre’ según el cual resulta imposible conocer con exactitud al mismo tiempo la posición actual y la cantidad de movimiento (velocidad incluida) de partículas como el electrón, lo que implica que nunca podemos estar seguros acerca de la trayectoria futura de este, debiendo limitarnos únicamente a calcular probababilidades. Este principio, uno de los puntales de la física cuántica, contrasta con el planteado por el francés Laplace a principios del siglo XIX, y que expresaba el ideal determinista propio de la mecánica clásica newtoniana: una inteligencia que poseyera los datos del estado presente de todos los cuerpos, pequeños y grandes, en el Universo, y conociera además las fuerzas y leyes que actúan sobre ellos, sería capaz de predecir todos sus estados futuros; la aproximación continuada hacia esa inteligencia o saber total vendría a ser la meta de la ciencia.

El planteamiento de Laplace, que parte del supuesto de que todo está férreamente determinado en el Cosmos, coincidía en el tiempo con la ideología del progreso como avance lineal de la historia hacia un mayor desarrollo de las potencialidades técnicas e intelectuales de la Humanidad, a su vez concebida preferentemente según el modelo de la razón ilustrada . Curiosamente, en cambio, el principio de Heisenberg es uno de los fundamentos de la física contemporánea, que es correlativa a una época marcada también en lo social por la incertidumbre, como ya mostró, entre otros, el sociólogo Ulrich Beck en su libro ‘La sociedad del riesgo’, pero cuya conciencia de su incapacidad para prever el porvenir se ha agudizado intensamente sin duda en estos últimos tiempos a causa de la actual pandemia. Tal vez vivamos ya en un metafórico ‘mundo cuántico’ en el cual, a pesar de la descomunal acumulación de datos lograda (vía Internet sobre todo), nadie puede predecir con entera seguridad como será el futuro.

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