La primavera llega antes y la flor del cerezo tiñe de blanco la Ribeira Sacra

La zona bañada por el Miño concentra una de las mayores producciones de cereza de Galicia
2020031712320789133
photo_camera Cerezos en flor en la zona de Belesar. AEP

La primavera ha llegado con antelación, como en los últimos años, y la Ribeira Sacra a su paso por Chantada está en su punto más álgido gracias al manto blanco que crean las flores de los cerezos. Este paisaje se ve especialmente por las parroquias de San Fiz, Belesar, Líncora o Nogueira de Miño y en lugares como Pincelo.

Esta zona es popularmente conocida como O pequeno Jerte galego, por su similitud con esta tierra de Extremadura, y es una de las que mayor producción de cereza concentra de toda Galicia. El blanco de las flores se entrelaza con los bancales en un entorno donde los viñedos son los verdaderos protagonistas.

En la Ribeira Sacra chantadesa no hay un censo riguroso de la cantidad de árboles que pueblan las orillas del Miño. No obstante, el colectivo Papeiros e Rabudos, que preside Francisco Varela, llevó a cabo en 2016 una estimación de los cerezos que hay plantados en Chantada y O Saviñao.

Dicho estudio determinó que en la zona hay unos 6.000 ejemplares de estos árboles, alrededor de un 50% menos que en la década de los años 70 del pasado siglo.

Desde hace unos 15 años, la actividad se halla en proceso de recuperación

La producción de cereza entre los 60 y los 80 se convirtió en un complemento económico muy importante para los habitantes de la comarca. En algunos llegaba a competir con la elaboración de vino. Sin embargo, desde finales de los 80 y hasta la entrada del nuevo siglo, las cosechas experimentaron un profundo abandono, debido en buena medida al envejecimiento de la población.

Desde hace unos 15 años, la actividad se halla en proceso de recuperación. En la última década, varios vecinos realizaron nuevas plantaciones. En 2010 se creó el colectivo O gaio cereixeiro y cinco años más tarde hizo lo propio la Asociación de Ribeiraos Produtores Agrícolas (Arpa). A ella pertenecen, aproximadamente, una veintena de cosecheros.

CRECIMIENTO. Desde Arpa calculan que en los últimos cinco años se plantaron unos 600 ejemplares de cerezos en las distinas parroquias que conforman el entorno de la Ribeira Sacra en Chantada.

El blanco de los cerezos entrelazado con los bancales se ha convertido también en un importante reclamo turístico. Son muchas las personas que en esta época del año se animan a desplazarse hasta la Ribeira Sacra para disfrutar de un paisaje que al llegar la primavera cuenta con un aspecto que todos coincidien en señalar como entrañable, poético y muy vistoso.

Dos explotaciones amparadas por el Craega
Esta comarca concentra una cantidad muy importante de cereza cosechada de manera ecológica. Destacan dos explotaciones amparadas por el Consello Regulador de Agricultura Ecológica (Craega).

Una de ellas se encuentra en Pincelo y la representa Esther Teijeiro Lemos. La otra se halla en Líncora y está coordinada por Laura Rodríguez Ledo. La explotación de Pincelo cuenta con unos 200 árboles, mientras que la de Líncora acumula 400. 

Una muestra de la importante tradición que se ha instaurado en la comarca es la celebración cada año de la Feira do Viño e das Cereixas de Belesar.

Comentarios