La historia de un club se engrandece y fortalece con la superación de grandes retos. A mayor dificultad, mayor gloria para los protagonistas de la hazaña. Los jugadores del Cafés Candelas Breogán tiene la oportunidad de convertirse en los protagonistas de uno de esos momentos que quedan en el recuerdo. Porque el desafío que tienen por delante es complicado pero también de una trascendencia indudable para el futuro de la entidad a la que representan.
Son siete jornadas para intentar recuperar todo el terreno perdido, que fue mucho. Esa batalla empieza este mismo domingo, a las 19.30 horas en el Pazo dos Deportes de Lugo, con el Unicaja Málaga como primer obstáculo a salvar.
Independientemente del rival, es obvio que el primer paso para los de Tito Díaz está en superar el golpe que significó el varapalo sufrido en Madrid ante el Estudiantes. Superarlo, que no olvidarlo porque la imagen de equipo derrotado, frágil, sin respuesta ni orgullo no se puede volver a repetir. El Breogán casi siempre se ha distinguido por su implicación y por su carácter de equipo siempre dispuesto a plantar cara, y esto es lo único que exige la fiel afición breoganista. Nadie se lo puede negar. Ya se conoce la máxima: caer está permitido, levantarse es obligatorio.
En realidad, no debería representar ningún esfuerzo una especial motivación por parte del equipo local, no sólo se trata de reivindicar una imagen muy dañada sino también de defender su puesto en la Liga Endesa. Y esto es mucho.
Esa motivación va a ser fundamental para intentar contrarestar la indudable mayor calidad del conjunto malagueño. Tanto Tito Díaz, en la rueda de prensa previa a este encuentro, como el ex jugador del Unicaja, Ray McCallum, en declaraciones a este diario, insistieron en la necesidad de que su equipo se esmerara en el trabajo defensivo. Sin duda, va a ser un factor clave ante un rival que representa el mayor acierto de la competición en tiros de campo. El Unicaja representa la eficiencia ofensiva y está claro que la batalla entre el equipo más certero y el que peor porcentaje presenta en tiros de campo, como es el Breogán, no puede decidirse en un simple intercambio de canastas. Sería un suicidio.
Las opciones del Breogán, si se cumple el objetivo de mantener un alto nivel en defensa, se complementa con la necesidad de poder dominar, al menos bajo propio aro, el rebote. Es la oportunidad para que el conjunto lucense pueda jugar con mayor rapidez y con transiciones que aminoren su escaso acierto en el lanzamiento.
El Unicaja llega a Lugo en la cuarta posición de la Liga aunque igualado en el número de triunfos con el Valencia que está ubicado en la quinta plaza. Precisamente, el partido que debía enfrentar a estos dos equipos el pasado fin de semana fue aplazado. En cualquier caso para los de Luis Casimiro es fundamental el triunfo en el encuentro de este domingo para mantener sus opciones de poder afrontar las eliminatorias por el título de la ACB como cabeza de serie.
Los malagueños, de todas formas, no han mostrado hasta ahora la misma solidez que muestra cuando juega a favor de su público y cuando lo hace a domicilio. De hecho, el Unicaja sólo ha ganado cuatro encuentros de los doce encuentros disputados a domicilio. Sólo los equipos de la parte baja de la clasificación, Delteco, Breogán, Murcia, Herbalife y Estudiantes han ganado en menos ocasiones a domicilio que el conjunto andaluz.
