Los clubes de LEB Oro se reunieron este lunes para discutir distintas propuestas que posteriormente la comisión delegada trasladará a la FEB para que las apruebe en la próxima asamblea. La constancia de que la próxima temporada, al menos en su inicio, será atípica en un contexto excepcional ha impulsado a los participantes en la segunda competición española a pedir la colaboración del organismo federativo, sobre todo en el aspecto económico.
Prácticamente todos los clubes se verán obligados a reducir el presupuesto y solicitan a la FEB una reducción en las cuotas de inscripción de los jugadores y técnicos y también en la cuota de inscripción. También se ha solicitado una reducción del coste de arbritajes, petición que como ya le han hecho llegar desde el comité de arbitros a los clubes no están dispuestos a aceptar, pero desde las entidades se plantean que si hay que reducir presupuestos, si los jugadores, técnicos y empleados de los clubes van a sufrir los efectos de esta rebaja también tendría que afectar a los colegiados.
Las entidades de LEB miran con preocupación el futuro inmediato y no solo porque las crisis económica apartará del baloncesto a patrocinadores y colaboradores, sino también porque a estas alturas no se puede prever si será posible que pueda asistir público a los partidos o si solo se podrá utilizar un porcentaje del aforo, lo que también tendrá importantes y negativas repercusiones económicas.
Para intentar paliar esta circunstancia los clubes han solicitado a la FEB que medie ante LaLigaTV, plataforma a la que pertenecen los derechos de televisión de la LEB, para que dada la excepcionalidad del momento permita que se televisen todos los encuentros bien por parte de la propia plataforma o complementándola con la de la FEB.
También se ha discutido sobre el sistema de competición. Todos los representantes de los clubes se mostraron de acuerdo en solicitar que la Liga de comienzo el 16 de octubre y que en el caso de que sean 18 conjuntos los participantes no se varie el sistema de competición, es decir liga a doble vuelta en la que el campeón ascendería directamente a la Liga Endesa.
Desde el segundo clasificado al noveno se disputaría un play off cuyos vencedores pasarían a jugar una final a cuatro que decidiría el segundo de los equipos ascendidos.
Sin embargo, como no hubo descenso de categoría desde Oro a Plata y sin embargo se produjeron tres ascensos -Girona, Tizona de Burgos y Real Murcia- serían los 19 las entidades que tendrían derecho a participar en la liga y que incluso podrían llegar a 21 si Valladolid y Gipuzkoa no consuman el ascenso a la ACB.
En este caso surgieron varias discrepancias. Algunos clubes entienden que la competición tiene que desarrollarse en cualquier caso en un grupo único pero esto, con 21 participantes llevaría la liga a 40 jornadas y con ello la necesidad, para finalizar antes del 15 de junio, a disputar nada menos que 12 jornadas entre semana pero además con el añadido de que no habría margen de maniobra en el caso de que una nueva crisis sanitaria obligara a aplazar algunas jornadas.
Ante estas circunstancias varios clubes han propuesto, siempre que la liga tenga 20 o 21 participantes, que los equipos se dividan en dos grupos con una segunda fase en la que habría otros dos grupos, el primero con los cinco mejores de cada grupo inicial del que saldría el campeón y los equipos que participarían en el play off y en la final a cuatro, mientras que en el segundo de los grupos se jugaría para evitar los tres puestos de descenso. En cualquier caso, se ha considerado que en el caso de que la competición se divida en dos grupos, esta fórmula solo tendría vigencia durante la próxima campaña.
