Preocupación entre los ganaderos por la subida del coste de la alimentación

Las malas cosechas y la especulación en los mercados ha llevado a que las materias primas básicas como la soja, el maíz y la colza cuesten entre 50 y cien euros más por tonelada
Varias terneras comiendo. EP
photo_camera Varias terneras comiendo. EP

Ya en el mes de noviembre, la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos, que agutina a 25 empresas y 35 fábricas y representa el 85% de la producción de piensos en Galicia, advertía de la subida que registraban, desde septiembre, las principales materias primas con las que se elaboran los concentrados para la alimentación del vacuno de leche y carne, y detallaba alzas de más de 100 euros por tonelada en la harina de soja, de 50 por tonelada en la colza, el maíz y el trigo, o de 25 en la cebada.

Y esta tendencia no ha cambiado, ratifican desde Agafac. "Aunque no somos responsables de las subidas que afectan a todo el mercado europeo, intentaremos minimizar las posibles repercusiones en nuestros productos y, por supuesto, garantizando a los ganaderos la total transparencia en el traslado de los costes de producción, si finalmente los hubiese", dice su presidente, Bruno Beade.

Agafac cita como factores de las subidas la revisión a la baja de las existencias mundiales, con producciones más reducidas en países exportadores como Estados Unidos o la zona del Mar Negro; la especulación en las bolsas alimentarias, donde fondos de inversión habrían realizado compras masivas de materias primas estratégicas, o la mayor demanda de China, que ha multiplicado sus importaciones de soja o maíz.

Este escenario internacional, que deriva en una subida de costes de la producción en las granjas y que se prevé que se mantenga al menos hasta el verano, provoca una gran incertidumbre entre los ganaderos, que no saben qué se van a encontrar en la factura a final de mes. Algunos, por el momento, no han registrado el sobrecoste, ya que sus proveedores tenían stock almacenado al haber acertado al realizar la compra, pero otros ya han visto reflejadas en las facturas de enero las consecuencias de que el coste de alimentar una vaca en A Pastoriza esté condicionado por si Ucrania, país considerado como la reserva europea de cereales, tiene una buena o mala cosecha.

"Aunque no somos responsables de las subidas que afectan al mercado, intentaremos minimizarlas"

"Hai preocupación, sobre todo entre os gandeiros que producen en intensivo, porque se aumenta o prezo dos concentrados e non o do leite, é moi negativo para o sector" ratifican desde la cooperativa pastoricense O Xeixo, precisando que sus ganaderos tendrán que firmar nuevos contratos lácteos, y que, pese a la subida de los costes de producción, no prevén un mejor precio. De hecho, la tendencia es a la baja, pese a calcular que "para manter os ingresos, o leite tería que subir 1,5 céntimos por litro".

Este se abona a una media de 31,9 céntimos, y producirlo, con la subida de los piensos, costará al menos un céntimo más, precisa José Ramón González, de Unións Agrarias. "Chove sobre mollado, non está a situación para cargar máis gastos dos que xa temos, ao final sempre pagan os máis débiles", lamenta el sindicalista, que pone el foco en los productores de carne: "Á caída de prezos da produción cárnica no mercado, de entre 20 e 30 céntimos por quilo canal, únese a subida dos custos", dice, cifrándolos en unos diez céntimos más por kilo de carne.

ARBITRAJE. "O que vemos é que hai unha dependencia moi grande da alimentación externa e estamos expostos a isto, o ideal será depender menos das materias primas do exterior, teriamos máis estabilidade", apunta Xulio Fernández, del SLG, que incide también en la necesidad de que la administración ejerza de "árbitro" y fije lo que ya lleva tiempo pidiéndosele, un referencia de los costes de producción que sirva de guía a la hora de negociar los contratos lácteos. "Recóllese na lei de calidade alimentaria que a explotación do prezo do leite debe reflectir os custos, pero aínda non se determinou cales son", concluye.

"O custo de producir un litro de leite subirá polo menos un céntimo e o do quilo de carne aínda máis, ao redor de dez"

Y la alimentación de la cabaña ganadera supone, en algunos casos, hasta el 60% del gasto de una granja —depende del tipo de manejo y de la fórmula que se use—, como detalla José Ángel Blanco, presidente de Clun, que apunta a que la previsión es que los costes sigan subiendo, lo que se traduce en una menor rentabilidad y en que la economía de los ganaderos se resienta. Tal y como está el mercado, ve "inevitable" que los piensos se encarezcan y precisa que en Clun, "a nivel das fábricas —tienen tres— teremos que baixar as marxes para que non se lles disparen os custos ás ganderías".

"O consumo de concentrado nas granxas é alto, e dependendo da fórmula que use o gandeiro, pode supoñer unha subida de dous ou tres céntimos por quilo", apunta Manuel Sandamil, ganadero de la SAT A Vereda de Castro de Rei y presidente de Africor Lugo, que alude a dos palabras clave en el sector en estos momentos, ya que muchos también tendrán que negociar los contratos lácteos: preocupación e incertidumbre.

"En xaneiro pagamos 3.000 euros máis na factura da soia e do núcleo"

Hay ganaderos que aún no han percibido la subida en sus facturas, pero otros ya han tenido que abrir la cartera para cubrir la diferencia. Es el caso de Emilio Rodríguez, de la SAT Emilio do Jaime de Xustás (Cospeito), una explotación familiar que supera las 600 cabezas, con alrededor de 300 en ordeño.

"En xaneiro pagamos uns 3.000 euros máis nas facturas entre a soia e o núcleo ou mezcla", explica el responsable de una ganadería en la que cada mes se consumen en torno a 30 toneladas de soja, que viaja directamente desde el puerto hasta su silo y es la que más ha notado el alza de precios — una bañera de 24.000 kilos le cuesta unos 2.000 euros más que el año pasado—.

Además, adquiere unas 75 toneladas de mezcla a base de maíz, minerales o proteínas, elaborada en una fábrica de piensos según la directrices que marca el nutrólogo para complementar los forrajes propios.

PRÓXIMA COSECHA. Sus silos de hierba y maíz de la pasada campaña tienen buenas calidades, pero las condiciones de este invierno dificultan trabajos imprescindibles para lograr este objetivo, como el abonar las fincas, y por ello resulta difícil saber cómo será la próxima cosecha. Si no es óptima, se incrementaría la dependencia de productos foráneos y, por lo tanto, encarecería aún más unos costes de producción que ya son elevados.

"Hai moita incerteza e estamos esperando polo prezo do leite, que tampouco sabemos o que vai pasar", explica Emilio, cuyo contrato vence en marzo, por lo que tendrá que negociar un nuevo acuerdo "e traballar máis fino", para compensar la reducción del margen de beneficio, que es escaso.

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