La concejala de economía, Rosana Rielo, anunció ayer que el Concello de Lugo volverá a congelar los impuestos, tasas y precios públicos municipales en 2015. El gobierno volvió a presumir de la «baixa» presión fiscal que aplica a los vecinos de Lugo, pese a lo cual, Rielo confirmó que las ordenanzas fiscales no se llevarán este año al pleno porque, al no haber ninguna modificación, legalmente no es necesario, ya que se prorrogan automáticamente. La consecuencia de esta decisión es que el gobierno evitaría el debate en torno a su política fiscal, aunque finalmente no será así porque tanto el PP como el BNG presentaron sendas mociones de urgencias para forzar al gobierno a que explique por qué no baja impuestos y para presentar sus propuestas.
Los portavoces del PP, Jaime Castiñeira, y BNG, Paz Abraira, acusaron al gobierno local de aprobar «pola porta de atrás» las ordenanzas fiscales y de «furtar o debate» en torno a ellas, algo que tanto Rielo como el alcalde, José López Orozco, negaron
