Poroshenko: ''El destino del mundo y de Europa se decide en Minsk''

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, aseguró hoy que el destino de Europa y del mundo se decide en la cumbre de Minsk, en la que participan también el líder ruso, Vladímir Putin, y representantes de la Unión Europea.

"En esta reunión en Minsk se decide el destino del mundo y de Europa. Así lo veo yo", afirmó Poroshenko al inicio de la reunión en el Palacio de la Independencia en la capital bielorrusa, según las agencias rusas.

Poroshenko también instó a respaldar su plan de paz para el conflicto en el este de su país, que incluye el desarme de las milicias prorrusas y la descentralización de Ucrania, aunque se mostró dispuesto a debatir otras vías de solución de la crisis.

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que el conflicto ucraniano no se puede resolver por la fuerza, en alusión a la ofensiva de las fuerzas ucranianas contra los bastiones de los separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk. "Estamos convencidos de que (la crisis ucraniana) no se podrá solucionar por la vía de la escalada del uso de la fuerza, sin tener en cuenta los intereses vitales de las regiones surorientales del país y sin un diálogo pacífico con sus representantes", dijo.

Al posar para los fotógrafos ambos mandatarios se estrecharon la mano en el Palacio de la Independencia, sede de las consultas en la capital bielorrusa entre la Unión Aduanera (Rusia, Bielorrusia y Kazajistán), Ucrania y la UE.

Tras la cumbre se espera que seguidamente se celebren encuentros bilaterales, entre los que el más esperado es el posible cara a cara entre Putin y Poroshenko, que se sentaron en una misma mesa en sólo una ocasión y en presencia de otros líderes europeos, para el 70 aniversario del Desembarco de Normandía.

"Considero que es importante que usted directamente, cara a cara, hable con Putin. Para Rusia y para Ucrania ha llegado la hora de la verdad. Pues, el derramamiento de sangre no puede continuar", aseguró Nursultán Nazarbáyev, el presidente kazajo, al reunirse con Poroshenko. Añadió que "si esto sigue se puede convertir en una confrontación global", y animó a ambos líderes a lograr un compromiso para frenar las hostilidades en el este de Ucrania, donde el Gobierno de Kiev acusa a Rusia de apoyar y armar a los separatistas.

Durante la apertura de la cumbre, Nazarbáyev propuso una tregua humanitaria para aliviar la situación de la población en la zona de combates en Donetsk y Lugansk.

Mientras, el presidente anfitrión, el bielorruso Alexandr Lukashenko, hizo un llamamiento a la responsabilidad de ambos países. "Si queremos que nos consideren políticos responsables debemos tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos ante nuestros pueblos y dejar de lado las ambiciones políticas", dijo. También ofreció la capital bielorrusa como sede para posteriores rondas de negociaciones para la solución de la crisis ucraniana.

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