Opinión

Las dos almas

Los taoístas le llaman el yin y el yang. Es la dualidad que, según ellos, lo marca todo. Las dos fuerzas, opuestas y a la vez complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Las dos almas que a veces pueden aflorar en una misma persona. O incluso en un partido político. Lo sabe bien Pedro Sánchez, que está muy acostumbrado a ver cómo sus movimientos en Ferraz y la Moncloa tienen diferentes reacciones y lecturas dentro de las filas socialistas. El sector oficial y el crítico. Antes eran los felipistas y los guerristas. Y ahora son los sanchistas y los susanistas, aunque estos últimos quizá hayan cambiado de apelativo tras el batacazo electoral de la líder andaluza. También el PP tiene dos almas. Se ha visto estos días. El ala moderada que representa Alberto Núñez Feijóo y otra corriente situada más a la derecha que tiene dificultades para entender las razones de Estado.

Los pobres, también con Vox
Un dato a tener en cuenta: los diez pueblos más pobres de España con más de mil habitantes, entre los que se incluye el municipio de Cervantes, vieron cómo se incrementaba el número de votos a Vox con respecto a abril. En el caso del concello lucense tuvo 12 votantes más y fue tercera fuerza.



 

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