Un escándalo a gritos por una presunta agresión machista en un domicilio particular finalizó con los dos miembros de la pareja detenidos por pegar a los policías que acudieron para tratar de frenar la pelea. Están acusados de atentado contra la autoridad y el hombre, además, de un delito de violencia machista.
Los hechos, según pudo saber este diario, sucedieron el domingo, cuando unos vecinos de Mariscal Pardo de Cela, en Fingoi, alertaron a la Policía Nacional por el ruido y los gritos que salían de una de las viviendas, lo que les hacía suponer que un hombre podría estar agrediendo a una mujer. Se daba además la circunstancia de que era la segunda noche seguida que recibían aviso por posible violencia doméstica en el mismo domicilio, si bien la vez anterior los policías no consiguieron que les abrieran cuando acudieron a la llamada de alerta.
Cuando tres agentes se personaron en el lugar pudieron comprobar que lo que decían los vecinos era cierto, pero a pesar de que llamaron insistentemente al puerta y se identificaron no consiguieron, por segunda noche consecutiva, que nadie abriera la casa.
El joven es uno de los gemelos que hace dos años estuvieron implicados en una paliza que recibió un chaval en el Sagrado Corazón
Ante la evidencia de que se podía estar cometiendo un delito y el riesgo de que la mujer pudiera estar herida, los agentes de la Policía Nacional decidieron acceder al interior de la vivienda por una ventana, pero dentro se encontraron con una situación muy diferente a la esperada: la pareja se abalanzó contra ellos y comenzó a pegarles, mientras les reprochaba el asalto a su domicilio.
Al final, la Policía Nacional acabó deteniendo a los dos, que el lunes por la mañana fueron puestos a disposición del juzgado de instrucción 3, que estaba de guardia y además es el específico de violencia doméstica. Tanto él como ella se negaron a declarar y a presentar denuncia por maltrato, por lo que quedaron en libertad acusados de atentado contra la autoridad.
GEMELOS PROBLEMÁTICOS. El joven, además, fue acusado por un delito de violencia machista. Pese a su juventud, es un habitual de los juzgados y de las crónicas de sucesos. Se trata de uno de los gemelos que hace dos años estuvieron implicados en una paliza que recibió un chaval en el Sagrado Corazón, al que además llegaron a dispararle con una pistola de fogueo en la cabeza.
Por aquello fue enviado a prisión provisional, ya que se hizo responsable de los hechos y exculpó a su hermano. Posteriormente, en el registro domiciliario se encontraron una pistola de verdad y medio kilo de hachís. Su aspecto es además muy llamativo, pues lleva tatuado incluso el rostro.
