Agentes de la Brigada de Delitos Contra las Personas de la Comisaría General de Policía Judicial concluían este mediodía, sin éxito, el rastreo en un pozo de una parcela rural de Marcón en el que buscaban el cuerpo de Sonia Iglesias.
Durante el proceso, la Policía ha echado mano de los Bomberos para achicar el pozo y ha desplegado unidades especializadas en el trabajo bajo tierra para intentar recabar datos.
El pozo que se ha inspeccionado está situado en una finca particular de Pedra do Lagarto, muy cerca de otro punto que en el pasado ya había formado parte de la investigación policial. Este pozo había permanecido oculto o cubierto de matorrales durante años, pero se descubrió su existencia por las obras de construcción de una nueva carretera. La finca en la que se encuentra no es propiedad de ninguna persona que haya estado relacionada con este caso, entre ellos la expareja de Sonia Iglesias, Julio Araújo, que llegó a estar investigado por esta desaparición en dos ocasiones.
