Plaza y Mercado siguen abiertos en Lugo

Comerciantes se unen para repartir sus productos juntos a domicilio ► El Concello aclara que se puede acudir desde cualquier punto de Lugo
Un cliente haciendo la compra en un puesto de la Plaza. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un cliente haciendo la compra en un puesto de la Plaza. VICTORIA RODRÍGUEZ

Miércoles, una de la tarde. En el mercado de Quiroga Ballesteros no había ni un solo cliente. En la plaza de abastos la imagen no era más alentadora, tan solo dos. Los empresarios no creen que el notable descenso de usuarios sufrido en la última semana y media sea solo efecto del confinamiento. También consideran que muchos ciudadanos creen que ambas instalaciones municipales están cerradas, tal vez confundidos porque no se pueden celebrar los mercados tradicionales de los martes y los viernes.

“El Mercado está triste. Muchas personas no saben que está abierto, otras tienen miedo a salir a la compra”, afirma Mar Vázquez, que atiende su frutería ataviada con mascarilla y guantes.

La concejala responsable de esta área, Cristina López, se dedicó este miércoles personalmente a colgar en las puertas de acceso carteles con el mensaje de ‘A Praza está aberta, ven mercar’, a raíz de las demandas de algunos comerciantes. Estos también solicitan que se dispense a la entrada guantes y geles desinfectantes.

Desde el gobierno local, que ha acordado no cobrar el alquiler a los comerciantes que regentan el más de medio centenar de puestos que están en activo en ambas instalaciones municipales, se aclaró este miércoles que los lucenses puede acudir a la plaza de abastos desde cualquier punto de la ciudad porque es la única que hay.

Mar Vázquez: "El Mercado está triste. Muchas personas no saben que está abierto, otras tienen miedo a salir a hacer la compra"

REPARTO COMÚN. Ante la crisis que en algunos casos supone un descenso de las ventas del 70 o 75%, los placeros no bajan los brazos. Un grupo, que regenta puestos diferentes (carnicería, pescadería, frutería, quesería e incluso ferretería), ofrece un servicio común gratuito a domicilio.

“Entre los compañeros nos ayudamos. Cada uno lleva mercancía suya y de otros puestos para que así solo tenga que ir una persona a la casa del cliente”, explica María Lolo, que reconoce que ve “con preocupación” la situación por la que están atravesando.

Su vecina de puesto, María Luisa Arias, que advierte de que “necesitamos una ayuda gorda de esta vuelta”, destaca, como un atractivo de estas instalaciones municipales en esta situación de emergencia sanitaria, que “no hay aglomeraciones, los productos son de primera calidad y solo los manipulamos nosotros, con guantes”.

No todos son puestos de alimentación, también hay por ejemplo una ferretería. Su titular, Roberto Corbeira, dice que estos días que hay personas que acuden a la compra y “aproveitan para mercar pezas para facer algunha reparación caseira, agora que teñen tempo, ou para manualidades ou bricolaxe para entreterse”.

Cuentan también que el cierre de la hostelería les está pasando factura y que se han dado casos puntuales de acopio, como el de una mujer que se llevó unos 20 kilos de plátanos.

Comentarios