Trabajadores de la empresa Inoxidables Rábade, que se dedica desde 1989 a la fabricación de tubos de acero que son utilizados para los escapes de los vehículos, se han concentrado este miércoles ante la sede de la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia para exigir una solución al conflicto laboral que mantiene paralizada la fábrica desde la semana pasada.
La huelga ha sido convocada por los sindicatos Comisiones Obreras y la CIG, después de que fracasase la mediación del Consello Galego de Relacións Laboráis y no fuese posible cerrar un acuerdo entre la patronal y la plantilla.
Alfonso Losada, de la CIG, explicó que a EFE, que la fábrica de Outeiro de Rei está "totalmente paralizada", dado que secundan la huelga 46 de los 53 trabajadores en plantilla, que son "todos los dedicados a la producción", porque los restantes trabajan "en las oficinas".
"No se mueve ni un hierro", dijo Losada, quien también reconoció que esta semana no hubo "contacto alguno con la empresa", porque sus representantes en Lugo aseguran que "ya no tienen capacidad de negociación" y que ahora el asunto está en manos de los directivos de la matriz, "en Barcelona".
Los trabajadores reclaman la recuperación de un complemento salarial que perdieron en el año 2008, "con la excusa de la crisis", precisó Losada, y que supone en su nómina "entre 170 y 200 euros al mes".
El portavoz sindical dijo que la huelga va a continuar, porque los trabajadores "están unidos".
Inoxidables Rábade es una de las 30 empresas con mayor facturación de la provincia, con ventas por un importe superior a los 25 millones de euros, dado que es proveedora de la industria de la automoción gallega.
