El planeta, rumbo a la destrucción

La acumulación de residuos, la falta de control de las emisiones y los malos hábitos de los consumidores están llevando al mundo entero a una situación muy peligrosa

Globo terráqueo

En los próximos años, la temperatura global podría ascender hasta tres o cinco grados centígrados más. Científicos de todo el mundo han coincidido en que los hábitos actuales de la humanidad están provocando un calentamiento del planeta que se va a materializar en un aumento de los termómetros de 1,5 grados a corto plazo; pero ahora ha sido el Premio Nobel de Química de 1995, Mario Molina Pasquel, quien ha dado unas cifras mucho más catastrofistas.

Países de todo el mundo están planificando propuestas para controlar las emisiones y los gases de efecto invernadero; pero otros muchos se niegan a ver un cambio evidente. Esta última corriente, la “negacionista”, es la que está siendo protagonizada por las grandes compañías y las figuras que más dinero acumulan de todo el planeta; pero son también las que más daño están haciendo al mundo que nos rodea.

Pero no son solo los grandes magnates y las grandes corporaciones las que están llevando al planeta a la destrucción, también somos nosotros, los consumidores. La manipulación de gases en algo tan habitual como un aparato de climatización, la reparación de aire acondicionado en Madrid o incluso los humos que emiten nuestros vehículos cuando circulamos por la ciudad o por cualquier carretera. Todo esto genera un cúmulo de factores que afectan a nuestro atmósfera, a nuestro clima y, por extensión, tanto a plantas como a animales.

Hablar de la destrucción del planeta puede sonar catastrofista, pero es la realidad. A comienzos de 2019, la ONU alertaba también de que el ser humano está consumiendo la Tierra. Algo que se refleja en el aumento de muertes en grandes urbes por la contaminación del aire, el derretimiento de los casquetes polares o incluso el crecimiento de las regiones desérticas en numerosas partes de todo el mundo.

Lo que la Organización de las Naciones Unidas advierte va mucho más allá de lo que se puede pensar. En su último informe sobre el Estado del Medio Ambiente, han llevado a cabo una predicción sobre el futuro que nos depara en función de los datos recogidos durante los últimos años, y los resultados no son nada positivos.

Tal y como dictan, en el 2050 habrá cerca de 4.000 millones de personas viviendo sobre terreno desértico, con la inmensa mayoría de estas habitando las zonas del sur de Asia y África. Más allá de eso, también han dejado muy claro la mortalidad del aire contaminado en la actualidad, que se ha llevado por delante una cantidad de 7 millones de personas anualmente.

Cifras alarmistas que, de nuevo, se generan a consecuencia de unos hábitos realmente dañinos para el entorno. Si bien es cierto que cada vez se están adoptando más y más medidas amigables con el medio ambiente, seguimos encontrando productos que forman parte de nuestro día a día y que son muy dañinos para todo lo que nos rodea.

Sin ir más lejos, la energía eléctrica se genera a través de procedimientos que pueden ser altamente contaminantes. Por eso, contactar con un buen servicio técnico de electrodomésticos en Madrid o en cualquier parte del país, con el fin de recibir asesoramiento sobre los mejores productos en este terreno en materia de eficiencia energética, siempre es buena idea. Es algo que apunta al ahorro del consumidor, pero detrás de este ahorro se esconde una menor necesidad de electricidad y, por lo tanto, una menor contaminación.

¿Se puede revertir este destructivo futuro?

El elemento principal al que atacar, según advierte la ONU, son los gases tóxicos que se emiten en la industria, en los hogares y en los vehículos. Si bien es cierto que el reciclaje es otro paso especialmente importante, sobre todo por el impacto que está causando en numerosas especies animales, sobre todo las marinas; el auténtico núcleo del problema está en todos esos gases que envuelven nuestro entorno, y peor aún, nuestra atmósfera.

A gran escala, se podría frenar el aumento de la temperatura de la Tierra si se controlaran realmente las emisiones de la industria, proponiendo una reducción del 40% en 2020 y alcanzar un 70% en 2050. Cifras que se pueden alcanzar siguiendo medidas de eficiencia y de reaprovechamiento, planteando modelos que algunas fábricas ya están siguiendo y normalizando el uso de medios de transporte como los vehículos eléctricos.

En el hogar, el consumidor también puede aportar su granito de arena. Buscar electrodomésticos eficientes, contar con buenos profesionales como grandes fontaneros en Madrid o electricistas que hagan de las instalaciones del hogar algo con un mejor rendimiento y, sobre todo, reciclar separando basura, son los principales medios para frenar ese impacto que estamos dejando sobre el planeta y que lo va a llevar a la destrucción.