Un placer gastronómico irresistible

La Festa do Ovo Frito de Cervo volvió a congregar a centenares de personas amantes de un plato que conquista a casi todos

Asistentes a la Festa do Ovo Frito, en Cervo. IRIA L.V.
photo_camera Asistentes a la Festa do Ovo Frito, en Cervo. IRIA L.V.

¿A alguien no le gustan los huevos fritos? Los hay, pero son los menos. Y de que no son muchos da fe cada año la Festa do Ovo Frito, que abre las fiestas del San Roque de Cervo, porque en cada edición se congregan centenares de personas para degustar el manjar en el que se convierte un simple huevo pasado por aceite. Eso sí, no va solo, va acompañado de patatas y chorizos, también fritos por supuesto, para que ya el placer sea total y totalmente irresistible e irrenunciable.

Más de mil kilos de patatas, seis mil huevos y unos tres mil kilos de chorizos son cifras que no parecen tan astronómicas si se asiste en directo a las enormes colas que se forman desde última hora de la tarde hasta bien entrada la noche para poder hacerse con una ración.

No tienen ni un pero para los comensales, que coinciden en señalar la delicia en que se convierte un plato tan sencillo. Para rebañar el plato.

PROGRAMA. La degustación es el punto y seguido de una fiestas que continúan este miércoles con misa y verbena, en la que actúa la orquesta La Potencia y está previsto el concierto de La Década Prodigiosa y este jueves también con misa y verbena con Alma Latina.

Y ya el sábado figura otra de las citas más esperadas del verano mariñano, la Queimada Popular, que llenará de magia y misterio la Praza do Souto desde las once de la noche. Y la fiesta seguirá con música.

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