Los piragüistas del Fluvial piden una obra urgente de la CHMS en el río

El director técnico del equipo, José Andrés Román, asegura que el mal estado de los caneiros del río Miño obliga al club a modificar entrenamientos, algo que les limita a la hora de competir
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photo_camera Los piragüistas han tenido que modificar los entrenamientos por los problemas que genera la rotura de caneiros. AÍDA SOENGAS

El lamentable estado de varios caneiros situados en el río Miño ha provocado las quejas de los piragüistas que utilizan la zona a diario para sus entrenamientos o sus actividades cotidianas.

A pesar de que el alcalde en funciones, Rubén Arroxo, instó a la CHMS a analizar las soluciones técnicas a los problemas de la carretera que va al colegio de A Ponte, una vía afectada por la erosión que afectada por la erosión del río sobre los taludes que lo soportan, los piragüistas del Club Fluvial tienen poca confianza en que se tomen medidas para evitar una situación generada, sobre todo, por el deterioro del caneiro do Muíño, que se rompió durante las obras de restauración del puente romano con el objetivo de bajar el nivel del agua y facilitar los trabajos.

"Están jugando al ping pong entre administraciones y políticos y al final nadie soluciona nada", lamenta José Andrés Román, director técnico del equipo de piragüismo del Club Fluvial. Según Román, el problema lleva más de tres años enquistado y les obliga, desde entonces, a modificar sus planes de entrenamiento y actividades por que hay tramos que ya son impracticables, tanto para los usuarios menores como para los adultos. "Es muy posible que el próximo año no podamos ni hacer los cursillos. De hecho, en muchas ocasiones subimos hasta arriba con las piraguas a cuestas o en los coches para encontrar tramos en los que podamos practicar, porque frente al club ya no se puede".

Román explica que han utilizado la propia zona de bañistas -cuando no hay gente- para entrenar, debido a que los tramos habituales están muy deteriorados por culpa del derrumbe parcial de dos caneiros.

CUATRO TIMONES ROTOS. Otro usuario de las piraguas, Adrián Jubón, asegura que durante este año se han roto cuatro timones de los barcos de pista por chocar contra las piedras por culpa del bajo nivel del agua.

Según Jubón, los piragüistas compensan las dificultades durante el verano con más entrenamientos en invierno, "cuando hay más caudal, porque sabemos que cuando llegue el verano se repetirán los problemas".

"Los canoístas también se quejan, porque ellos tienen que meter la pala más profunda y las destrozan contra las piedras". Jubón exige una solución "para poder entrenar con normalidad, porque necesitamos una constancia que aquí no tenemos".

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