Finalmente el ministerio fiscal retiró los cargos contra este último y solicitó para el otro procesado tres años de prisión por un delito de lesiones y que durante cuatro años no se aproxime a menos de 500 metros de la víctima, ni se comunique con ella. Esa pena privativa de libertad sería sustituida por la expulsión del país y la prohibición de regresar a España durante seis años. Además, reclama una indemnización de 860 euros y que abone al Sergas 1.106 euros en concepto de gastos por la asistencia sanitaria prestada al herido.
El juicio, en el que prestaron declaración una docena de testigos, duró más de tres horas.
La reyerta tuvo lugar a las cinco de la madrugada del 1 de agosto de 2015 en la céntrica Rúa Clérigos, una de las zonas de movida de la capital lucense.
RIÑA TUMULTARIA. La víctima se disponía a entrar en un pub, junto a los amigos con los que estaba celebrando una despedida de soltero, cuando se produjo una multitudinaria tangana a las puertas del establecimiento de ocio nocturno. Salieron entonces del interior del local varias personas, una de ellas, el acusado, que rompió dos vasos y que presuntamente le asestó dos cortes con ellos a la víctima.
El agredido aseguró que su grupo de amigos era ajeno a la riña tumultuaria que se produjo a las puertas del pub. Añadió que comenzó a sangrar copiosamente por el cuello –precisó 12 puntos de sutura y le ha quedado como secuela una cicatriz de tres centímetros y medio–. Entonces su pandilla alertó a los servicios de urgencias sanitarias y a la Policía Nacional. Dijo que se alejaron del follón y que se dirigieron a la Porta de Santiago para esperar a la ambulancia.
La víctima aseguró asimismo que el agresor y sus acompañantes les persiguieron calle abajo cuando se marcharon y que les arrojaron vasos y botellas, actitud agresiva en la que no cejaron hasta que acudió al lugar una patrulla policial.
Identificado por insultar a una camarera
Protagonismo
Por uno u otro motivo esta cervecería, próxima a la Avenida Ramón Ferreiro, suele ser noticia. La semana pasada se produjo a sus puertas una pelea con navajas y botellas de cristal, lo que propició un fuerte dispositivo policial.
