La Protectora de Lugo instala una lona para resguardar a los perros del frío

Este año han sido adoptados 339 canes y 97 gatos
Dos empleadas despliegan la lona que se utiliza para resguardar los caniles en estos duros días de helada. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Dos empleadas despliegan la lona que se utiliza para resguardar los caniles en estos duros días de helada. VICTORIA RODRÍGUEZ

La actividad del albergue que tiene la Protectora de Animales de Lugo no se resiente con la pandemia, ni se resfría tampoco con las gélidas temperaturas de estos días. Para que los perros puedan combatir esta ola de frío, con mínimas en la capital lucense que han sido inferiores a los seis grados bajo cero, esta sociedad ha instalado una inmensa lona, que cubre las puertas de los caniles.

Esta medida provisional está siendo "eficaz", según pone de manifiesto su vicepresidente, Alberto Losada. El agua de los bebederos no se congela. También está utilizando paja, además de la viruta habitual, para que las camas sean más confortables.

La Protectora cuenta actualmente con unos 140 perros en su albergue de Santa María de Muxa, una de las cifras más bajas de los últimos años, propiciada por la solidaridad, ya que tiene a otros 160 en casas de acogida, lo que supone "un relajo", según asegura su vicepresidente.

Hay voluntarios que se llevan a sus hogares camadas de 10 miembros, sin su madre, y se dedican a darles el biberón a los cachorros hasta por las noches.

"Es de justicia poner en valor el gran tesoro que supone el voluntariado, que se preocupa por el bienestar de los animales albergados y que siempre está ahí", afirma Alberto Losada.

La pandemia casi ha pasado de largo por la Protectora lucense, aunque a veces tuvo que mantener su albergue cerrado al público por las restricciones establecidas por las autoridades sanitarias o por precaución. Un dato pone de manifiesto esa actividad: la adopción de 339 perros en el año recién concluido, 40 menos que en 2019, y 97 gatos -20 más-.

UBICACIÓN. La directiva de la Protectora está inmersa en resolver el emplazamiento definitivo de su albergue, un asunto que, según reconoce Losada, "se va demorando más de lo deseable". 

Dos siguen siendo las alternativas, que se acometan las obras en sus actuales instalaciones de Muxa, financiadas por la Diputación de Lugo, que están pendientes de subsanar las deficiencias apreciadas por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, o que se construyan unas nuevas en una propiedad que ofrece el Concello de Lugo, que además ha duplicado su subvención, al aumentarla de 105.000 euros a 200.000.

"La Diputación Provincial tiene la partida presupuestaria disponible para afrontar las obras y no presenta ningún problema a que se gaste ese dinero en una finca del Concello", aclara el vicepresidente de la sociedad.

Losada sostiene que está "en la recta final" este problema. "Esto se prolongó mucho en el tiempo, pero esperamos que la espera haya valido la pena y que pronto tengamos una Protectora a la altura de la ilusión que muchos ponemos en ello", afirma este directivo.

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