La perrera municipal de Vilalba supera el doble de su capacidad con 19 animales

La directiva de la asociación Os Peludiños se muestra "desbordada y desesperada", por lo que pide casas de acogida de manera "urgente"

Perrera municipal de Vilalba. M.MANCEBO
photo_camera Perrera municipal de Vilalba. M.MANCEBO

La perrera municipal de Vilalba, gestionada de manera altruista por la asociación Os Peludiños, supera ya el doble de su capacidad con 19 animales, que se encuentran hacinados en los nueve caniles de los que dispone la instalación.

La entidad, que trata de dar una segunda oportunidad a los animales sin hogar de la localidad, ha lanzado una alerta en sus redes sociales solicitando casas de acogida de manera "urgente", al verse «desbordada» ante el aumento constante de ingresos.

"Tenemos nueve caniles individuales y ahora mismo hay varios perros juntos. Esto supone un riesgo, no solo porque no tienen espacio, sino además porque se pueden pelear", explican, confirmando que se trata de una situación muy complicada.

"Normalmente tenemos un repunte en invierno, pero lo de este año es una locura. Entran uno detrás de otro. Hace solo unos días recogimos una camada con tres cachorros. Estamos desesperadas", dicen desde la directiva de Os Peludiños, que reclaman mayor implicación por parte del Concello.

"El anterior equipo de gobierno tenía en mente construir una nueva perrera, también habían aceptado concedernos una ayuda económica, pero nunca llegó a nuestras manos", explican desde la entidad, recalcando que se hacen cargo «de forma altruista» de la perrera municipal y de todos los gastos que conlleva desde hace varios años, pero que la responsabilidad no es suya.

"El Ayuntamiento se tiene que hacer cargo económicamente, nosotros solo podemos ayudar, no asumir toda la gestión", denuncian, conscientes de que hay otras prioridades, pero que la situación en esta instalación también es «preocupante».

Os Peludiños ha tratado de buscar alternativas, como enviar a algunos de los animales a residencias caninas, corriendo ellos mismos con los gastos. "Era una manera de salir del apuro, pero están ocupadas", dicen, por lo que piden la implicación de los vecinos. "Necesitamos casas de acogida, pero si la gente quiere donar comida, también nos viene bien", concluyen.

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