La historia se repite. No es la primera vez, ni será la última. A media tarde del viernes se produjo otra colisión en uno de los cruces con más siniestralidad de la capital lucense, el de las calles Castro Gil y Pontevedra, en la zona de las llamadas Casas Baratas.
Un turismo que circulaba por la Rúa Pontevedra no respetó la señal de stop y colisionó contra otro que subía por la Rúa Betanzos hacia Castro Gil. Este salió rebotado y se fue contra el almacén eléctrico que se encuentra en la esquina, aunque no llegó a estrellarse contra la puerta por un palmo.
El 061 desplazó a una ambulancia porque en principio se informó de que había un herido leve. Agentes de la Policía Local levantaron atestado y regularon el tráfico.
Esta vez se libró, pero el almacén eléctrico ya ha sufrido daños en varias ocasiones debido a accidentes que se registraron en este peligroso cruce.
URGEN MEDIDAS. Sus propietarios han solicitado varias veces, por escrito, al Concello de Lugo que instale un semáforo o bandas rugosas, con el fin de que contribuyan a reducir la siniestralidad en este punto.
Una de las explicaciones a esta conflictiva intersección es que la señal de stop que se encuentra en la Rúa Pontevedra tiene poca visibilidad, debido a la presencia próxima de un árbol.
