Opinión

¿Peatonalizar?

Sería lo deseable. Peatonalizar las ciudades, sus núcleos nobles, suena muy bonito, gustaría a todos, de no ser porque los coches están ahí. No son un invento nuevo, pagan impuestos y son necesarios para el desarrollo de la vida social y laboral, y si arrinconarlos de un plumazo cabe en la mente de los políticos, muchas veces obtusa y otra interesada, es casi siempre para dar la sensación de que hacen algo, y para eso consideran que no es necesario pensar en cuáles pueden ser las alternativas para que el tráfico rodado no se resienta. Lugo, por ejemplo, ofrece muy pocas opciones de viabilidad en este sentido, sencillamente porque el rediseño urbanístico no se traza con un rotulador y los esbozos teóricos no resuelven nada, como no sea crear sensaciones. Por ejemplo, el cambio que, por razones extraordinarias, se introdujo en la Ronda, dejando solo un carril para vehículos, cediendo otro a viandantes, lo evidencia. El destinado a paseo, salvo en algunos momentos, registra escasa concurrencia (son suficientes las aceras), mientras que el de vehículos, como era previsible, se embotella, con atascos que sin duda irán a más al recobrarse la normalidad. Quienes lo quieran ver de otra manera, están en su derecho, pero el deseo y las ocurrencias no resuelven nada.

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