El miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, exlehendakari y expresidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, fue el último de los ponentes de este año de los foros de debate de Sargadelos y el Voar en Ribadeo y ofreció la que tal vez fue la conferencia más trabajada de esta edición y que hizo tras la presentación del senador socialista, Óscar López. Sus mensajes más claros fueron precisamente hacia dentro, hacia sus propias filas, las socialistas. Casi al final de su charla apeló directamente al PSOE a "recuperar las esencias socialistas" para conseguir gobernar y redistribuir la riqueza de forma que "se beneficie a los más débiles, a los perdedores de la crisis", algo que recordó que tiene que ir "en el ADN del PSOE".
Su discurso en ese punto fue cristalino e incluso tal vez sorprendente para alguien que forma parte de la Ejecutiva Federal de una formación política tan importante, ya que admitió que "se acabó el tiempo de permitir ciertas cosas solo porque hay que ayudar y arrimar el hombro para gestionar una gran crisis". Admitía López con esa frase una época de tibieza de su formación política en la oposición al Partido Popular y a Mariano Rajoy.
A partir de ahí, fue implacable con los populares, de los que aseguró que les separa "un abismo de corrupción" además de apuntar que con su forma de gobernar se propició la creación de una red corrupta que llegó a imponer la idea de la corrupción política generalizada cuando bajo su punto de vista "la realidad es que la mayoría de los políticos son honrados".
UNIDAD. Patxi López reclamó a los suyos también unidad y lo hizo siempre en un tono que daba a entender que está a punto de librarse una batalla electoral con el Partido Popular que él considera que no solo pueden ganar, sino que sería importante para los españoles y para su futuro inmediato.
Antes de esa alusión directa al pasado, presente y sobre todo al futuro de su propio partido, López hizo una charla sobre la ética y la política no muy larga pero para la que se apoyó en historias clásicas como la de Antígona o en filósofos como Weber. Su intención con todo ello era exponer la necesidad de una ética pública que esté por encima de todo y su creencia de que en algunas ocasiones hay que renunciar a ciertos principios o verdades «porque esa defensa, aunque sea de algo cierto, puede causar más daño que dar un paso adelante». Como ejemplo de ello citó la Transición o el apoyo del PSOE a la aplicación del artículo 155 en la crisis catalana.
Patxi López sí habló mucho de ética y apuntó que en lo que toca a los políticos ha de ser especial para ellos, y debe aplicárseles de tal forma que tienen que renunciar incluso a ciertos derechos como parte de su privacidad porque "sus bolsillos tienen que ser de cristal2 y lo mismo reclamó "para las empresas que quieran hacer trabajos pagados con dinero público. Eso tiene que ser así, y punto".
También dedicó un rato a Podemos, una formación de la que dijo que en realidad "solo ansía el poder desnudo" y aseguró que "nadie sabe qué piensan sobre casi nada" y los acusó de actuar con frivolidad al prometer cosas que saben que no podrían cumplir de llegar a gobernar.
