Opinión

Patatas: prudencia

ESTÁ FUERA de toda duda que el decreto de prohibición de cultivo de patatas que anuncia la Xunta para combatir la polilla guatemalteca es de más alcance de lo que pudiera parecer. Afecta a 18 concellos de Lugo y 13 de A Coruña, pero por lo que nos toca, concierne a dos de las zonas de mayor producción y de mejor calidad de la provincia y de Galicia, como son sin duda A Mariña y Terra Chá. Perturba más que nada a la economía productiva del tubérculo, pero también al consumidor, privándolo de su exquisitez. Lo pagará más caro y peor. Claro que es necesario combatir la plaga, aunque evitando excesos restrictivos. Es muy fácil establecer un precepto si no se tienen en cuenta todos los pros y contras. En otras situaciones recientes, diferentes en contenido pero también de gran calado mediático, como lo fueron por ejemplo el mal de las vacas locas o la gripe aviar, las consecuencias resultaron al final insignificantes, o mucho menores de las previstas, si se compara con la alarma creada. Los episodios se cerraron incluso bajo sospecha de que alguien se habría aprovechado. Por eso es fundamental actuar con la debida prudencia y obligada sensatez.

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