El paso de la fragata rusa Shtandart por A Mariña evoca la época de la Magdalena

Se trata de un buque escuela que lleva años surcando los mares europeos

La pausada navegación costera por A Mariña del velero de tres palos Shtandart, réplica botada en el año 2000 de una famosa fragata rusa de principios del siglo XVIII, hizo evocar singladuras de flotas como la que integraban la Santa María Magdalena y el bergantín Palomo, buques perdidos por la Armada española en la ría de Viveiro en mitad de un temporal y escasos de anclas. Los más de quinientos ahogados en aquellos hundimientos serán recordados este domingo con un homenaje en el monumento de Os Castelos.

La Shtandart surcó muy cerca el litoral lucense, también con bastante viento de proa pero con el moderno auxilio de sus motores y sin largar todo su velamen de 620 metros cuadrados ni cargar esta vez con los 28 cañones que portaba en 1710. Se trata de un buque escuela que lleva años surcando los mares europeos después de que un grupo de entusiastas de San Petersburgo se propusiera, 300 años después, cumplir el deseo de Catalina I de reconstruir el famoso buque ruso que tuvo al zar Pedro I el Grande como primer capitán.

A bordo viajan hoy jóvenes de entre 20 y 60 años, hombres y mujeres, con el objetivo de colaborar en la navegación y el disfrute del mar como condición inexcusable para ser enrolado. Unos 29 aprendices y diez oficiales pueden ir a bordo del hermoso buque.

El nombre de Shtandart, fragata puesta en quilla en 1703 en el Báltico y tripulada por 120 marineros, lo llevaron después varios yates reales hasta la Revolución Rusa de 1917. Hoy es un barco de 220 toneladas que poco podría rivalizar con la Magdalena española -aunque sí con el Palomo de 18 cañones-, botada en 1773 y armada con 36 cañones para defender la costa Cantábrica frente a los franceses. La Shtandart pasó de largo rumbo a A Coruña pero podía haber sido invitada al homenaje de mañana. Una pena.

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