El Concello de A Pontenova clausuró este domingo la XIII Feira de Artesanía e Antigüidades con un balance positivo para su organizador, el concejal Francisco Martínez, que estima en "unha media de 1.500 a 2.000 persoas por día" las que pasaron desde el viernes por la carpa situada en la Praza dos Fornos en la que asentaron sus puestos 60 expositores de distintos puntos de España, Portugal y Francia.
"A pesar de que o domingo pola mañá choveu seguiu habendo unha afluencia importante de xente e os expositores estiveron pechando vendas. O balance é moi positivo", comenta Martínez, quien cita que no solo acudió gente de municipios limítrofes, sino de muchos otros puntos, entre los que recuerda un cliente de Ribadavia y otros asistentes de distintas localidades coruñesas.
Entre los que acuden a una feria de este tipo hai "moita xente que vén curiosear nada máis", pero en general se cierran buenas ventas y más al celebrarse en una época en la que se buscan regalos para Navidad. "Outra xente vén mercar, buscando unha oportunidade ou algo para agasallar", comenta Francisco Martínez, quien reseña que "o que máis se venden son cousas de colección: moito libro, moita postal, xoguetes, loza ou porcelana", cita.
La feria se completó con demostraciones de diferentes oficios tradicionales, como un cestero, un zoqueiro, un telar triangular, un torno de madera, una forja de hierro o trabajos en cuero. Además acogió la exposición de la colección de instrumentos medievales del Centrad y la IV Xuntanza de Motos e Coches Clásicos, que reunió a una treintena de vehículos, con modelos como Seat 600, 127 o uno de los míticos Pontiac, en cuanto a los coches, y "moitas vespas" en las motos, entre las que también había una Bultaco.
