Opinión

Paseando a Miss Delcy

Goya a la mejor película en lengua hispana para ‘Paseando a Miss Delcy’, que cuenta la historia de una venezolana chavista atrapada en la terminal 4 de Barajas a la que ayuda un poderoso buen samaritano que pasaba por allí. Es un thriller de ciencia-ficción que confunde al espectador por sus múltiples vuelcos en la trama al entremezclar verdad y mentira con aparente impunidad premeditada que en ningún momento engaña al público. Película poco lograda que parece improvisadamente chapucera y que ni las gracietas de Buenafuente y su señora salvan de la pira bolivariana social-podemita. Goya al mejor guion original para Iván Redondo, con la ayuda inestimable de Manuel Marlaska y José Luis Ábalos, ambos incluidos también en los créditos como actores secundario y protagonista. Goya a la peor interpretación para Ábalos, que no se muestra convincente en el papel porque su constante cambio de registros le hace poco creíble. Goya al mejor guion adaptado para Pedro Sánchez, al considerar que Ábalos ha salvado a España de una gran crisis diplomática, lo que parece una ilusión. Goya a la peor iluminación y efectos especiales, porque el desarrollo se pierde en el oscurantismo informativo hasta el punto de convertir al protagonista en héroe cuando en realidad colabora en el tránsito prohibido de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en territorio Schengen de la Unión Europea tras sanciones a la dictadura de Maduro por vulnerar los derechos humanos. Por el contrario, no hay duda de que el Goya al mejor montaje es para ‘Paseando a Miss Delcy’, ya que el jurado de la Academia del cine político valora la confusión que transmite siempre en favor de una clara ideología. Goya a la mejor actriz revelación para Delcy Rodríguez, que tiene un papel relevante pero no aparece en ningún momento.

Goya al mejor guion adaptado para Pedro Sánchez, al considerar que Ábalos ha salvado a España de una gran crisis diplomática

‘Paseando a Miss Delcy’ ha sido la gran triunfadora cinematográfica de la gala goyesca, llevando al Gobierno Sánchez de la gloria al dolor en mucho menos de lo que dura su palabra dada respecto al desafío ilegal separatista. A falta de talento creativo, queda claro que España está sumida en una trinchera infinita de buenos y malos representados en la película por las dos Españas mientras dure la guerra. El largometraje ha venido a restar protagonismo a la gran superproducción en lengua catalana titulada viaje a ninguna parte, lo que mantiene a Torra, Junqueras y todos los hombres y mujeres del presidente al borde de un ataque de nervios. La buena estrella de Ábalos se apaga porque parece tener los días contados por ir a su bola mientras la oposición grita que no habrá paz para los malvados. Los otros de la coalición se pierden mar adentro en la isla mínima del viejo ministerio de Sanidad. Sin duda Iglesias y sus ministros son los campeones de estos Goya en tanto se aclaran las tramas de financiación de Bolivia y Venezuela. La gran pantalla de la realidad y los sueños alcanza proyectos de desjudicialización que prometen dejar vacía la ‘Celda 211’ mientras el Supremo sentenció como Berlanga que todos a la cárcel. ‘Paseando a Miss Delcy’, próximamente en las salas de cine y en plataformas de pago.

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