Las próximas elecciones municipales de Cervo van a ser de nuevo un todos contra el Partido Popular o, más exactamente, un todos contra Alfonso Villares. Porque a nadie se le escapa que el alcalde y cabeza de lista de los populares ejerce un tirón en sí mismo difícil de sostener. Tanto que, de hecho, hasta ahora no solo no consiguieron hacerle mella sino que aumentó ligeramente la diferencia con sus rivales en 2011 y en 2015 la mantuvo dejando la corporación como estaba: su partido en siete concejales por tres de los socialistas y uno de los nacionalistas.
Este municipio, en otro momento un bastión del PSOE, es uno de esos anómalos a nivel estatal debido al importante peso económico que tiene y que hace que las arcas municipales ofrezcan opciones al gobierno municipal y al alcalde de turno al alcance de muy pocos, de hecho ninguno en la comarca salvo sus vecinos de Xove, gracias en ambos casos a los ingresos extra que perciben por tener asentada en sus territorios a la aluminera Alcoa.
Alfonso Villares tiene la ventaja de poder presentar al vecindario una larga retahíla de intervenciones de diverso tipo y gestiones variadas al margen de haberse destapado como un trabajador incansable a la hora de desempeñar sus funciones. Siempre al pie del cañón, no escatima esfuerzos en el trato con los vecinos lo que le añade un plus contra el que también tendrán que luchar sus contrincantes. De hecho, él se encargó de ir desgastando a los anteriores, que fueron cambiando con el paso de los años en ambos partidos.
Francisco Urbano Mon conoce la situación a la perfección porque hace tiempo que convive con ella. Estuvo en varios equipos anteriores y es un emblema del PSOE en el municipio, una cara muy reconocible en la que el partido se puede apoyar perfectamente.
Sus opciones pasan por una brega continua de desgaste de la figura de Alfonso Villares, que al fin y al cabo es uno de los flancos que le quedan por cubrir: el del desgaste que pudiera acumular por años consecutivos en la alcaldía cervense.
Mientras, los nacionalistas optaron por una renovación y encabeza su candidatura Diego Fernández. Deberá primero luchar por darse a conocer y después tratar de hacer ver sus opciones para intentar hacer emerger unos resultados que en los últimos comicios a nivel local los dejaron en 436 votos. Su visión debe ser obligatoriamente la de construir un proyecto a largo plazo.
Es uno de los valores más firmes y seguros del Partido Popular en A Mariña. Va quemando rival tras rival y se mantiene en una comodísima mayoría absoluta amparada en una de las situaciones económicas más desahogadas de un concello en toda la provincia de Lugo.
Francisco Urbano (PSOE)
No es ningún recién llegado. Mejor porque de este modo sabe que se enfrenta a una papeleta complicada. Es una persona sobradamente conocida en el municipio y que debe aprovechar esa ventaja para tratar de asaltar un feudo que el PP convirtió en inexpugnable.
Diego Fernández (BNG)
Savia nueva para los nacionalistas de Cervo que inician una etapa basándose fundamentalmente en una renovación total y con un proyecto de futuro que su candidato acoge con ilusión máxima, una lista renovada y tratando de llegar a todos los vecinos.
