Otra ocasión para salir del bache

El Lugo busca un triunfo imprescindible esta tarde en Alcorcón para comenzar una escalada en la clasificación que le permita tener más tranquilidad

Un momento del Lugo-Albacete. SEBAS SENANDE
photo_camera Un momento del Lugo-Albacete. SEBAS SENANDE

Pocos entrenadores han dejado más sentencias lapidarias en el fútbol español que Luis Aragonés. El 'sabio de Hortaleza' era, fue y será una referencia por su conocimiento del juego y de la competición, de cuándo y cómo ganar para que los puntos tuviesen un valor extra. Esa plusvalía se concentraba "en las 10 últimas jornadas", cuando los objetivos se hacían realidad. Al Lugo le quedan once duelos, un tramo final que comienza este domingo (18.00 horas) en Santo Domingo ante el Alcorcón. Un estadio donde comenzar a sedimentar una reacción necesaria para encarar esa decena de compromisos final con un colchón que aporte tranquilidad y juego a un equipo deprimido.

La derrota frente al Albacete fue demasiado dura. Lo fue por un marcador (0-3) abultado, mucho para los méritos de un Lugo que no mereció tanto castigo. Sin embargo, imperó la sensación de que el Albacete ganó cuando quiso hacerlo mientras los rojiblancos erraron en el momento necesario para cambiar la dinámica del encuentro.

El resultado envió al Lugo a una situación delicada en lo anímico y lo clasificatorio por la escasez de triunfos sobre el césped. Suman siete duelos sin ganar los lucenses. Tres puntos de 21 posibles, solo tres empates que llevarse a la boca para observar con preocupación cómo equipos que parecían alejados en la tabla se acercan y el resto se alejan para dejar al Extremadura casi como el único rival al que controlar.

El Lugo suma siete partidos sin ganar sobre el césped en la actual Segunda División

Los dos puntos que los pupilos de Alberto Monteagudo sacan a los de Almendralejo son el salvavidas actual a falta de once partidos -contando el de este domingo ante el Alcorcón- para llegar a la costa. Mantenerse a flote es el gran objetivo. Y eso pasa por ganar a rivales como el conjunto alfarero, en crisis de resultados desde que llegó el 2019 y que atraviesa una mala racha de cinco derrotas en los últimos ocho partidos, de los que solo ganó uno y empató otros dos.

Le sentó mal el cambio de año a los madrileños, que empezaron como un tiro la temporada, llegando a ser líderes y ocupando posiciones de privilegio durante gran parte de la primera vuelta, pero que se vinieron abajo desde diciembre.

Ahí le entraron las dudas a los jugadores dirigidos por Cristóbal Parralo, que parecen haberse olvidado de la solvencia defensiva de la primera mitad de la campaña y tampoco afinan su puntería como antaño.

A eso debe agarrarse el Lugo para ganar en un campo que antes era gafe pero que dejó de serlo el año pasado, cuando un tanto de Ignasi Miquel le dio los tres puntos en el tiempo de descuento.

PROBLEMA EN LA MEDULAR. El Lugo tendrá que acudir a Santo Domingo sin un mediocentro de contención. Con la baja de Seoane tras su operación de menisco y la ausencia de Carlos Pita por acumulación de tarjetas, Alberto Monteagudo tendrá que idear una pareja de futbolistas que ocupen el círculo central.

Sergio Gil y Aburjania parecen los indicados para salir de inicio y manejar el destino del Lugo en el centro del campo. Los dos son los únicos especialistas disponibles en la plantilla, aunque ambos tengan un perfil más constructivo que de mediocampista ancla al estilo de Seoane. Parece complicado que Monteagudo apueste por adaptar a otro jugador a ese sitio, salvo que decida modificar el esquema habitual en los últimos partidos, el 4-2-3-1.

El resto de miembros del equipo inicial podría ser el que partió contra el Albacete con Campabadal por Gerard Valentín y con la duda de Josete o José Carlos como acompañante de Vieira en el centro de la zaga. Iriome o Tete estará como extremo derecho, mientras que Muñiz, Lazo y Manu Barreiro tratarán de alcanzar el área rival para acercar un triunfo necesario.

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