Otra corona más para Prado

El piloto lucense logró el título de campeón del mundo de MX2 por segundo año consecutivo a falta de dos pruebas para el final. El de KTM festejó el hito del motocross español con su familia y equipo tras una primera manga en la que ya celebró el trono global
Jorge Prado, en el GP de la República Checa. JUAN PABLO ACEVEDO (EFE)
photo_camera Jorge Prado, en el GP de la República Checa. JUAN PABLO ACEVEDO (EFE)

Objetivo cumplido. Así acabó el día Jorge Prado, con su segundo título de MX2 en su amplia sala de trofeos a pesar de tener tan solo 18 años. Como era previsible, como todo hacía indicar desde hace varios meses, el lucense de KTM consiguió repetir Mundial de la segunda categoría del motocross en el Gran Premio de Suecia. Necesitaba un tercer puesto en una de las dos mangas y lo logró tras la primera, donde cruzó la meta sin oposición para proclamarse campeón a falta de dos pruebas para el final de la temporada.

En menos de un año, el éxito de la pasada campaña, donde luchó de poder a poder con el letón Pauls Jonass, se quedó pequeño con la apabullante demostración de fuerza de este curso, donde venció en todas las pruebas del Mundial excepto en Inglaterra, donde no participó por lesión, y la de ayer en el circuito de Uddevalla, donde la relajación de la segunda manga lo relegó al tercer puesto final.

Suecia estaba marcado en el calendario como el Gran Premio más apropiado para sumar el título, a falta de las dos citas de Turquía y China. Prado, siempre cauto, buscó la concentración y la fortaleza de quien no quiere dar las cosas por ganadas, pero, al mediodía, el confeti, las banderas y las pancartas se citaron en el box de KTM con las camisetas conmemorativas, el champán y hasta unos fans infiltrados disfrazados de toreros.

Prado, siempre cauto, arrancó con uno de sus 'holeshots' y tomó la delantera en solitario en la primera manga

Todos celebraban que Prado había logrado un hito en el motocross español: repetir un título mundial con semejante autoridad. Parecía cosa hecha después de Italia, donde la distancia con su máximo oponente, el danés Thomas Kjer Olsen (Husqvarna), había aumentado hasta el punto de que le bastaba con sumar 20 puntos en todo el Gran Premio para celebrar el título.

El de Lugo se puso manos a la obra y no falló. Arrancó con uno de sus 'holeshots' y tomó la delantera en solitario en la primera manga. Jorge Prado tenía ganas de fiesta y celebrar los frutos de un año duro de trabajo. Sin embargo, no fue un paseo la competición de Uddevalla, porque su compañero pero rival, el francés Tom Vialle le apretó para que no se relajara. Pero todo salió como se esperaba y Jorge ganó la manga. Después, lo esperado: la celebración en el salto de meta y el emocionante encuentro con los suyos en la recta de salida. Gritos, lágrimas, empujones, abrazos con abuelos, hermana, padres y todo su equipo. Un gran número 61 le recordaba al público y a sus rivales de quién era el festejo.

Después, Jorge siguió celebrando en el box del equipo, luego se duchó y se escondió a descansar para tomar la salida de la segunda manga, donde volvía a partir como favorito y además podía igualar la cifra de catorce victorias consecutivas conseguida por Jeffrey Herlings en el año 2013. Pero esa guinda no estuvo en la tarta final.

En la segunda manga, ya sin presión, Jorge se vio superado por varios pilotos en la salida. El de KTM intentó remontar lo antes posible y, cuando rodaba tercero y se disponía a adelantar al británico Sterry (Kawasaki), perdió el control del tren delantero y se fue al suelo. Cuando se levantó estaba octavo y con la maneta de embrague torcida. Pero, aún con esas dificultades, Prado volvió a remontar en un intento por hacerse con la victoria. A partir de entonces fue el más rápido en pista y llegó a meta cuarto pegado a Sterry, si llega a adelantarle hubiera conseguido el triunfo total. La manga se la llevó finalmente Vlaanderen, pero la victoria en el gran premio fue para Tom Vialle y Prado subió al tercer escalón del podio, feliz como si hubiera ganado.

Los nuevos retos de Prado
El primero de ellos, y una vez se disputen los Grandes Premios de Turquía y China que quedan para finalizar la temporada 2019, será su participación con la selección española en el Motocross de las Naciones, el último fin de semana de septiembre. Será la cuarta vez que el piloto del Red Bull KTM Factory Racing defienda los colores de la selección española, en esta ocasión con Iker Larrañaga y Campano como compañeros. Tras su actuación del año pasado en Red Bud (EE.UU.), ahora toca ver qué tal se desenvuelve sobre la arena de Assen, con una moto, la 450 cc, a la que debe adaptarse. El año pasado, con Butrón y Campano como compañeros, España finalizó en octava posición, con Prado en una increíble tercera plaza sobre su 250 cc, ganándole a muchas de las 450 cc.

El segundo reto inmediato para el joven piloto lucense con siste en prepararse para su estreno, en 2020, en la categoría de MXGP sobre una 450 cc. "Después de tres temporadas completas en la categoría de MX2 el año que viene doy el salto a MXGP, categoría reina en el Mundial. Va a ser un año complicado, vamos a ser siete campeones del mundo compitiendo en esta categoría, así que el nivel como podéis ver es muy alto. Voy a intentar llegar lo mejor preparado posible, así que me toca un largo invierno de entrenamientos, pero lo afronto con muchísimas ganas y a ver qué tal nos va en 2020", añadió el bicampeón mundial de MX2.

Prado añadió que "estoy super satisfecho de cómo me ha ido la temporada 2019. Empezamos ganando la primera prueba en Argentina y después por lesión no pude acudir a la segunda en Inglaterra. A partir de ahí tocó remontada. Si comparamos con la anterior temporada fue diferente, porque pude conseguir el título a falta de tres pruebas del final del campeonato y el año pasado fue justo en el último gran premio en Imola. Este año fui superior a mis rivales y eso hizo que pudiese ser más constante y ganar más pruebas que el año pasado", indicó.

Sin duda Prado continúa con su inmejorable progresión, y prueba de ello es que, tras la carrera de Suiza, ostenta además de su segundo título consecutivo el privilegio de ser el único piloto capaz ser bicampeón mundial con 18 años.

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