El origen de San Tirso

Iniciados los sondeos arqueológicos en el yacimiento de Portocelo, donde Cado Arqueoloxía inspecciona el castro y los restos de la iglesia
Ell equipo que inició la excavación en el concello xovense. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera El equipo que inició la excavación en el concello xovense.

La firma Cado Arqueoloxía inició este lunes en San Tirso de Portocelo una serie de sondeos arqueológicos en un yacimiento complejo, porque aglutina restos de varias épocas, desde la Edad de Hierro hasta la época alto medieval. El estudio arrancó por el castro sobre el que se asentó una iglesia y después se creó un monasterio.

El director del proyecto, David Fernández Abella, indica que su objetivo consiste en ver si hay restos bien conservados, estructuras o materiales, para determinar su cronología y los momentos de ocupación. La actuación, promovida y financiada por el Concello de Xove, es "unha aposta por este tipo de patrimonio cultural", destaca el arqueólogo.

Fernández señala que tratarán de caracterizar los vestigios para conocer "como vivía a xente que ocupou ese espacio, imos facer unha interpretación histórica dos restos, que é a primeira vez que se investigan, aínda que saíron á luz hai tempo resaltados da man de Mariña Patrimonio e de Manuel Gago". El especialista destaca asimismo el interés paisajístico del enclave, situado dentro de rutas de senderismo y accesible desde la carretera.

Los trabajos que durarán tres semanas arrancaron el lunes en San Tirso. En la primera jornada ya localizaron cerámicas castrexas y estructuras relacionadas con la iglesia que fundó un diácono de Coimbra (Portugal) escapado del sur debido a la invasión islámica de la península, en el año 711. El diácono Rodrigo se refugió en Galicia, según Carlos González Paz, y dejó en testamento tres iglesias, en las que se crearon los primeros monasterios mixtos de A Mariña. Se cree que uno de ellos se sitúa en las ruinas de San Tirso.

Tras la fundación del templo en el siglo VIII, el paraje acogió también un monasterio hasta el siglo XII y después siguió usándose como espacio sacro hasta la construcción de una iglesia nueva en 1929 en el núcleo de Vilachá. La ocupación del lugar es por tanto muy prolongada, de más de mil años, según el especialista.

El arqueólogo considera que se trata de "un dos xacementos máis interesantes da Mariña pola súa historia complexa e tan rica, poucas igrexas a día de hoxe se poden retrotraer a unha época tan antiga, só a basílica de San Martiño de Mondoñedo –situada en Foz– y la de Bretoña –ubicada en A Pastoriza–. Ademais está ben localizada e supón unha oportunidade única de facer unha investigación da súa historia, que inclúe un castro, unha igrexa e un mosteiro", explica.

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