La OPP de Burela alerta de la caída de ingresos en el marrajo y la quenlla

Asegura que la flota de palengre de superficie se encuentra "en una situación límite"
Barcos amarrados en Burela. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Barcos amarrados en Burela. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Las cuatro principales organizaciones pesqueras de palangre de superficie de Galicia, las de Burela, A Guarda, Marín y Vigo, hicieron lo que denominaron "una llamada de auxilio" conjunta a la Administración central" ante los problemas que aseguran que se están encontrando para poder comercializar el marrajo dientuso por una decisión del Ministerio para la Transición Ecológica. Por otra parte, avisan de "la caída histórica de precios de la quenlla", una especie que supone una cantidad de ingresos muy importante para estas flotas, a la que se suma "la inestabilidad en la demanda de productos, que hacen una vía de agua en la viabilidad económica de la flota".

La situación aseguran que "es de alerta roja. La mayoría de las empresas no podrán aguantar muchos meses en esta situación. Aunque es algo global, el impacto es más grave en la flota del Atlántico Norte por su dependencia de la quenlla, que representa una media del 75% de las capturas y un 60% de los ingresos, pero con los precios en caída libre, cada día es más difícil de sobrevivir para los 90 barcos que trabajan aquí".

Explican que en la actualidad la demanda ha desaparecido o es muy inestable y los precios están sufriendo "una bajada histórica". Como ejemplo citan que en el mes de agosto la quenlla se vendió por debajo de 0,30 euros el kilo y comparando los precios en un año "las diferencias en la quenlla son de más del 52%, y del 17% en el pez espada".

Eso significa que los ingresos medios cayeron más de un 30 y los armadores son unánimes: "Con estos precios, esta flota no durará mucho tiempo, es imposible sobrevivir. A cualquier cuenta de explotación, si le metes un hachazo del 30%, en pocos meses se descapitalizan las empresas y la situación se vuelve insostenible".

Las cuatro organizaciones del palangre de superficie que hacen esta denuncian llevan varios meses demandando una solución que ponga fin al bloqueo administrativo que está impidiendo la comercialización del marrajo, una situación que según explican afecta particularmente a la flota gallega y que viene a empeorar la crisis económica que están sufriendo estas pequeñas empresas a causa del covid.

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