Ola de inmolaciones en el Magreb contra los abusos administrativos

La inmolación del joven tunecino que el pasado mes de diciembre dio pie a la revuelta social de Túnez ha deparado una ola de imitadores en todo el Magreb. En las últimas 48 se han quemado a lo bonzo cinco egipcios, cinco argelinos y un mauritano. Además, al amparo del derrocamiento del presidente tunecino Ben Alí, el principal grupo de la oposición islamistas en Jordania pidió al rey que disuelva el Gobierno y el Parlamento

En Egipto, uno de los cuatro ciudadanos que se inmolaron este martes ha fallecido a causa de las quemaduras. Se trata de un joven parado de 25 años, licenciado en Derecho y que llevaba tiempo buscando trabajo sin éxito. Otro de ellos, el último en quemarse a lo bonzo, es un mecánico de 35 años que había sido llamado a comparecer ante la Policía. Los otros dos ciudadanos que se prendieron fuego en El Cairo son un abogado egipcio identificado como Mohamed Faruk Mohamed Hasan, de 50 años, y un jubilado de 60 años, Sayid Ali al Sayed,.

Todas estas inmolaciones, al igual que en el caso tunecino, están motivadas por el mal funcionamiento de la Administración, la Policía y la política laboral del Gobierno. Así, el abogado se quemó para denunciar que la Policía egipcia no había hecho lo suficiente para dar con el paradero de su hija, desaparecida hace tres meses. Por su parte, el jubilado Al Sayed, que cometió la misma acción frente a la sede del Parlamento, se quejaba de no haber cobrado la pensión.

El caso del joven tunecino que se inmoló hace un mes supuso la chispa de la posterior ola de protestas que derivaron en la huida del presidente Ben Alí. En aquella ocasión se trataba de un hombre que estaba en paro y vendía frutas y legumbres para subsistir hasta que la policía le confiscó sus artículos por carecer de los permisos pertinentes.

Jordania toma ejemplo
Los ecos de la revuelta en Túnez también han llegado hasta Jordania, donde el principal partido opositor, el Frente de Acción Islámica (FAI), instó al rey Abdalá II a cambiar el Gobierno del primer ministro del país, Samir Rifai, por no haber logrado realizar suficientes reformas políticas y económicas.

En una rueda de prensa, el secretario general del FAI, Hamzeh Mansur, pidió también al monarca que disuelva la cámara baja del Parlamento, elegida el pasado 9 de noviembre, ya que, a su juicio, los comicios no fueron transparentes. El líder opositor jordano entregó a los periodistas unos documentos que calificó de evidencia de que las últimas elecciones parlamentarias estuvieron "amañadas".

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