Una hostelera lucense sufrió un fuego en febrero y todavía se pelea con el seguro

Denuncia que no cumplen las condiciones de la póliza y se plantea llevar el caso al juzgado

Lleva cuatro meses peleando con su compañía aseguradora y afirma que su paciencia "se agotó". La propietaria de un café bar de la capital lucense, ubicado en el barrio de A Piringalla, sufrió un percance en el establecimiento el pasado 8 de febrero y desde entonces ha presentado multitud de reclamaciones para que el seguro cumpla las condiciones de la póliza, algo que, según afirma, todavía no ha hecho.

"Ardió el cuadro de luces del establecimiento un sábado por la noche y rápidamente desalojamos a los clientes y sofocamos las llamas con un extintor. Acto seguido, llamamos a los bomberos para saber como teníamos que actuar y nos dijeron que teníamos que desconectar todos los interruptores de seguridad. Al día siguiente hablamos con la compañía aseguradora, que tardó dos días en mandarnos por primera vez al perito", señala.

Según explica esta hostelera, el perito mandó a un electricista, que hizo fotos de los daños y de los alimentos que se habían estropeado por el fallo eléctrico. Sin embargo, el presupuesto de reparación que realizó este profesional no convenció a la compañía, que envío a un segundo electricista. "Habían pasado ya 9 días y no habían comenzado la reparación. Es más, como no se podía conectar la alarma, el día 17 nos rompieron la ventana y la reja de la parte trasera y nos entraron a robar en el local. Nos desvalijaron todo", comenta.

ARREGLO. Finalmente, el 22 de febrero concluyó la reparación del cuadro eléctrico, pero la compañía todavía tenía que enviar a la empresa de limpieza para que acondicionara las instalaciones antes de su reapertura al público. "El perito", cuenta la afectada, "nos dijo que la empresa se retrasaría unos días, pero nosotros no podíamos tener el negocio cerrado durante más tiempo, así que le propusimos limpiar nosotros si nos abonaban un importe razonable por ese trabajo y el perito aceptó. Yo contraté a una persona para que me ayudara, ya que era muchísimo trabajo para una persona sola, y le pagué 60 euros por seis horas, pero la compañía me ingresó 34 euros por la limpieza, una cantidad ridícula".

"Lo de la limpieza no tiene nombre, pero además no nos abonaron los productos refrigerados que se estropearon"

Tal y como señala esta hostelera lucense, desde que finalizó la reparación, la compañía incumplió "prácticamente todas las condiciones" que figuran en la póliza que contrataron. "Lo de la limpieza no tiene nombre, pero además no nos abonaron los productos refrigerados que se estropearon. Y lo peor es que nosotros teníamos contratada una pérdida de beneficios de 150 euros diarios, pero de los 17 días que estuvimos cerrados solamente nos abonan 9, ya que es lo que estiman que tardaría la reparación. Es indignante, porque fueron ellos los que tardaron en mandar el perito y los que mandaron a dos electricistas. Nosotros no tuvimos la culpa de los retrasos".

La afectada presentó ya varias reclamaciones ante la compañía, pero asegura que nadie le responde. "Entre la reparación, los gastos de limpieza, la pérdida de los productos refrigerados y la pérdida de beneficios durante los 17 días que estuvimos cerrados al público, la compañía aseguradora nos tendría que abonar un total de 4.532 euros, pero no nos pagó ni la mitad", asegura.

A esta lucense ya solamente le queda recurrir al juzgado. "Lo estoy consultando con mis asesores y me planteo denunciarlos, ya que me siento completamente engañada y estafada. Al menos quiero denunciarlo públicamente para que la gente tenga cuidado y no se deje engañar de esta manera", concluye.

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