Las obras de rehabilitación de la iglesia de Santa Cruz do Incio estarán finalizadas el próximo mes de abril, según explicaron durante la jornada de puertas abiertas organizada este miércoles por la Xunta y el Ayuntamiento para dar a conocer la actuación.
El director de la obra, Jesús Bouzas Fernández, fue el encargado de explicar los detalles de los trabajos a los asistentes, entre los que se encontraban vecinos y el alcalde, Héctor Corujo.
La actuación, financiada por la Consellería de Cultura e Turismo, fue adjudicada a la empresa Resconsa por 128.947 euros. Comenzó el pasado noviembre y se prevé que esté lista en un mes, afirmó el director de obra.
Uno de los principales trabajos que se lleva a cabo es la renovación de la cubierta, que sufría goteras. Se introdujo un aislamiento que mejore las condiciones térmicas y de confort del templo. Esta renovación del tejado se encuentra a punto de acabarse, señaló.
La actuación contempla obras en la sacristía y la eliminación de barreras arquitectónicas
También se realizan labores de saneamiento para resolver el problema de las humedades procedentes del exterior. El proyecto incluye la finalización de partes de la obra que quedaron sin terminar cuando se inauguró la iglesia en el año 1963. Es el caso del acceso a la torre-campanario, en la que se construye una escalera, que será una parte de madera y el resto metálica. Hasta ahora contaba con unas escaleras configuradas como solución provisional, pero poco funcionales.
ACCESIBILIDAD. La actuación contempla obras en la sacristía y la eliminación de las barreras arquitectónicas con el fin de hacer accesible el templo. Prevén, además, la mejora integral del sistema eléctrico y actuar en las carpinterías y los pavimentos, entre otros.
Por otro lado, en el exterior se retiró un cruceiro, que había sido colocado hace unos 20 años después de inaugurar la iglesia. Se encontraba en el patio lateral derecho y fue trasladado a Eirexalba de acuerdo con la familia que lo donó y la parroquia. Esto obligó a realizar un modificado en la actuación, aunque no supuso un incremento del coste.
También hizo hincapié en el valor de la imagen de la Virgen Dolorosa, candelabros o la cruz procesional.
Vidrieras
El templo tiene vidrieras de los hermanos Atienza y José Luis Gómez Perales. El escultor José Luis Sánchez Fernández, Pepus, es autor del sagrario, la única pieza por la que se pagó, según explicó en la visita. Por él percibió "20.000 pesetas de entonces", afirmó. Los artistas que elaboraron el resto de piezas no cobraron.
La iglesia, que fue construida entre los años 1961 y 1963, tuvo un coste de 600.000 pesetas. Entonces, cinco vecinos y el párroco formaron una comisión que fue la encargada de recaudar los fondos necesarios para levantar este templo.
