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Obras en las que creer

 La intermodal suma al problema de la financiación otro obstáculo, un grupo de afectados
 

La intermodal se ubicrá en el barrio de A Estación. AEP
photo_camera La intermodal se ubicrá en el barrio de A Estación. AEP

CORRÍA EL AÑO 2003 y Francisco Vázquez iba camino de lograr su sexta mayoría absoluta como alcalde de A Coruña y de ser uno de los regidores más votados por sus vecinos. Le entrevistaba en el suntuoso despacho de María Pita ocupado ahora por la marea y, mientras le preguntaba por la clave de lograr financiación externa para los grandes proyectos de la ciudad, me indicaba que, sobre todo, políticos y vecinos tenían que creer en esas obras.

Además, ponía como ejemplo el curioso comentario que le había hecho un ministro de Fomento sobre la demanda formulada tiempo atrás por un alcalde de Vigo. "Fue la primera vez que me pidieron dinero para derribar una obra", le había dicho el miembro del Gobierno refiriéndose al polémico ‘scalextric’ de la autopista A-9, que desembocaba en plena Gran Vía y que acabó demolido debido a la oposición vecinal.

En Lugo nunca anduvimos sobrados de grandes obras públicas y algunas de las conseguidas, como el último puente sobre el Miño, fueron muy peleadas en los despachos y no hubieran sido posibles sin la presión ciudadana.

La estación intermodal y la creación de una gran plaza donde se ubica la de autobuses fue uno de esos grandes proyectos que llegó a soñar Lugo en los años de bonanza y, tras haberse presentado un proyecto millonario, apadrinado por el ministro José Blanco, la crisis acabó enterrándolo en un cajón. Años después y, a la vista de que las ciudades gallegas tienen en obras o proyectadas intermodales que van a recibir el Ave y conectar desde ellas al pasajero con otras localidades a través de buses sin tener que moverse por la ciudad, Lugo volvió a moverse para recuperar el fallido proyecto y esa presión acabó por fructificar en un proyecto más modesto, pero con el mismo objetivo.

El problema para su ejecución, como ocurrió con otros proyectos, va a ser la inyección presupuestaria que decidan destinar las administraciones implicadas a esta intermodal y que condicionará los plazos, aunque esta semana se ha sumado un nuevo obstáculo, la aparición de un grupo de lucenses que no cree en la obra.

La oposición surge del colectivo de empresarios Lugo Monumental, que considera que el cambio de ubicación de la estación de autobuses supondrá una molestia añadida para los pasajeros de autobús que quieran llegar al centro y, sobre todo, porque temen que afecte a sus negocios.

Amenazan con una recogida de firmas contra el proyecto y piden que los 6,3 millones que costará la nueva estación se dediquen a otras actuaciones, una cuestión difícil de lograr dado que gran parte de la financiación para la obra llegará de los fondos europeos destinados a fomentar la intermodalidad y la movilidad sostenible.

Si logra su objetivo de paralizar el proyecto, Lugo Monumental seguramente habrá conseguido hacerle un favor a alguna ciudad europea que está pendiente de lograr esos fondos comunitarios para hacer una obra en la que sus ciudadanos sí crean.

Pastoreo urbano
Lugo sigue mostrando estampas que recuerdan a la vida rural y así lo demuestran los  numerosos solares de la ciudad convertidos en huertas o las curiosas imágenes de caballos pastando en fincas y hasta en rotondas. Por eso no resulta tan disparatada la propuesta de Lugonovo de poner en marcha un plan de pastoreo para que cabras y ovejas contribuyan a limpiar de maleza las zonas verdes.

Vertidos sin dueño
El río Rato volvió a registrar esta semana un vertido de aguas residuales motivado por el mal funcionamiento del aliviadero de A Garaballa durante una tormenta. El problema ha sido reiteradamente denunciado por los vecinos y por el BNG, pero el Concello no quiere asumir la responsabilidad alegando que la infraestructura no es de su propiedad, pese a que hace años que tiene transferida la gestión de la Edar.

C's se expande
Ciudadanos abrió esta semana delegación en Sarria, lo que certifica su decisión de apostar por entrar en la Diputación buscando votos en los municipios más poblados del partido judicial de Lugo. El responsable de esa agrupación será un exconcejal del PP, un partido que pese a ser fuerte en la provincia podría sufrir bajas a raíz de la crisis de imagen provocada por la sentencia del caso Gürtel.

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