Nuevos indicios de viviendas castrexas bajo la ciudad romana

La excavación del número 3 de Clérigos reveló huellas de cabañas y cerámica asociada bajo una calzada del siglo I antes de Cristo
Estructuras romanas encontradas en el solar de Clérigos
photo_camera Estructuras romanas encontradas en el solar de Clérigos

La excavación arqueologógica que se lleva a cabo en el solar número 3 de la Rúa Clérigos, en las proximidades de la puerta de Bispo Aguirre, ha sacado a la luz datos inesperados y que podrían apuntalar la teoría que algunos arqueólogos manejan desde hace años, aunque no hay unanimidad sobre ella: la de que, en el lugar donde los romanos fundaron la ciudad, había un asentamiento castrexo.

En el solar fueron encontrados negativos de las bases de cabañas castrexas, que serían de madera, así como cerámica de la época, según explica el arqueólogo Francisco Hervés, director de la excavación. Se aprecian formas circulares donde irían cantos rodados a partir de los cuales arrancarían las estructuras de madera, explica el especialista. El hecho de que además hayan aparecido muchos fragmentos de cerámica castrexa no deja lugar a dudas sobre la época y el tipo de construcción, cree Hervés.

No es la primera vez que este arqueólogo se encuentra con indicios de construcciones castrexas en la ciudad, aunque nunca de forma tan clara. Lo llamativo de este hallazgo, además, es el lugar en el que aparecieron, en lo que posteriormente sería una parte bastante céntrica de la ciudad romana altoimperial. De hecho, están debajo de una calzada en la que se aprecian varias fases históricas, desde la época Julio Claudia -del año 27 antes de Cristo al año 68- al siglo IV. Es decir, según la hipótesis de Hervés, esas construcciones estarían ahí antes de la fundación de la ciudad.

Ya a finales de los años 80 y principios de los años 90 del siglo pasado, cuando se hicieron excavaciones para la construcción de los chalés de Costa, que dan a la Avenida de Rodríguez Mourelo, Hervés constató la existencia de tres grandes cabañas de la época castrexa, dos con forma circular y una oblonga. Sin embargo, la teoría de algunos especialistas es que podrían ser construcciones de los habitantes de la zona que, al llegar los romanos y empezar a construir una ciudad, se trasladarían al nuevo centro poblacional, a cuya edificación incluso ayudarían, y para eso levantarían sus viviendas típicas.

Sin embargo, Hervés se inclina por que en la elevación donde se fundó Lugo antes había un asentamiento castrexo. Muy cerca de la ciudad sí está constatada la existencia de uno, en A Piringalla. Los sondeos realizados en 2007 y 2008 revelaron un castro de considerables dimensiones, que estuvo ocupado durante unos 600 años (desde el IV antes de Cristo al siglo III) y donde las primeras viviendas también serían de madera.

MÁS HALLAZGOS. En el solar de Clérigos, además del rastro castrexo y de la calzada romana (un cardo minor, es decir, una calle este-oeste secundaria), se encontraron restos de una villa tardo-romana, de la época de la muralla. En concreto, trozos de un patio empedrado que daría acceso a la casa y de un hipocausto (sistema de calefacción) en el sótano.