Nuevas formas de conciliación

La reciente apertura de una Casa Niño en Xermade, en el segundo piso de la biblioteca municipal, facilita el día a día de las familias. La joven Laura Novo es la directora de este centro gratuito, al que acuden actualmente un total de ocho menores de cero a tres años
Alumnos de la Casa Niño de Xermade con la profesora, Laura Novo
photo_camera Alumnos de la Casa Niño de Xermade con la profesora, Laura Novo

La conciliación de la vida familiar y laboral está siendo mucho más fácil en Xermade desde la apertura de la Casa Niño, un centro que reúne las condiciones ideales para que los padres puedan dejar a sus hijos durante unas horas, mientras estos aprenden a socializarse y van adquiriendo nuevos conocimientos y rutinas para el día a día.

La cabeza visible de este proyecto, que cuenta con el respaldo de la Xunta de Galicia, es Laura Novo, una joven de Ribadeo que siempre tuvo claro que quería dedicarse al mundo de la enseñanza con los más pequeños de la casa.

La encargada del centro programa actividades para que los niños sean más autónomos y socialicen con otros menores

Después de realizar un curso específico de casas nido, presentó su proyecto y consiguió la mayor puntuación -rivalizaba con otra joven del municipio-, lo que le permitió dar los primeros pasos para ubicar este nuevo servicio en Xermade.

Para ello, contó con la colaboración del Concello, que puso a su disposición, con un alquiler asequible, un inmueble en el segundo piso de la biblioteca municipal, que se encontraba actualmente en desuso, aunque fue en su momento la casa del maestro.

«Tiven que facer moita reforma. Estaba todo abandonado, pero para iso a Xunta de Galicia concede unha axuda máxima de 15.000 euros», explica la joven, mientras enumera que tuvo que instalar baño y cocina completamente nuevos, además de adecentar el resto de las habitaciones y cambiar algunas puertas y ventanas para favorecer la seguridad de los niños que acudirán a partir de ahora a este centro.

El servicio, dirigido a menores de entre cero y tres años, echó a andar a mediados de mes con el cupo de alumnos prácticamente cubierto. «Teño un total de oito pícaros, non podo ter ao mesmo tempo máis de cinco. Agora mesmo non hai ningún menor dun ano, así que podo organizar actividades de todo tipo adaptadas ás súas idades», explica Laura, que ya tiene claro cómo será su día a día en la Casa Niño.

Las instalaciones xermadesas abren en horario de 8.45 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas, aunque podría adaptarse

«A miña idea é organizar actividades que lles permitan socializar entre eles, algo que non facían cando quedaban cos avós. Faremos obradoiros de repostería, manualidades, pintura de dedos e tamén organizaremos iniciativas que lles permitan ir adquirindo rutinas de aseo ou de comidas», añade la joven, que entiende que al tener pocos alumnos la dedicación será mucho más exclusiva e individualizada que en cualquier otra escuela infantil en la que hay una veintena de niños por aula.

La Casa Niño, cuyo servicio es totalmente gratuito para los padres ya que está subvencionado por la Administración autonómica, abre en horario de 8.45 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas, si bien este tiempo podría ampliarse «en función das necesidades dos pais».

«Agora pecho ao mediodía, pero se fose necesario tamén tería aberto, por iso non hai ningún problema», dice Laura, mientras explica que ella reside en el piso.

De hecho, estas casas son un proyecto «pioneiro» de la Xunta de Galicia, pero que ya tienen gran proyección en otros países de Europa. «Aquí é novidoso, pero noutros lugares levan tempo facéndoo, chámanlles nais de día», asegura la joven encargada del servicio xermadés, que espera que este tipo de ayuda de conciliación pueda asentarse también aquí.

Inicialmente la Administración autonómica concederá la licencia de esta Casa Niño a Laura durante tres años. «Aínda non se sabe se serán ou non renovables, pero eu espero poder seguir moito tempo máis. Para min poder traballar facendo o que máis me gusta e estar relativamente cerca da casa está xenial», dice la joven maestra, contenta después de los primeros días de toma de contacto con los niños.

La normativa de la Xunta exige que los alumnos de la Casa Niño sean preferentemente del municipio de Xermade

Todos los alumnos de esta primera promoción están censados en Xermade. «É unha das cousas que esixe a Xunta. En caso de que non houbese nenos aquí, tamén poderían vir de municipios próximos como Vilalba, As Pontes... Iso tranquilízame», comenta la encargada, que tiene experiencia anterior como niñera y en escuelas infantiles.

Este nuevo servicio ha sido recibido con mucha alegría por parte de los padres, que hasta ahora debían buscar ayuda en los abuelos o trasladarse a otros municipios para dejar a sus hijos.

Así lo confirma el regidor, Roberto García, quien explica que ante la imposibilidad de construir un Punto de Atención á Infancia (PAI) o una guardería, esta es una buena alternativa.

«Hablamos con la consellería para tratar de abrir un PAI, pero nos dijeron que era inviable. Por eso esta solución nos parece muy interesante, ya que ayudará a que las familias puedan conciliar mejor», concluyó.

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