La nueva estación de la variante del tren de A Pobra no tendrá uso para viajeros

Los convoyes de media distancia circulan a partir de este miércoles por el nuevo trazado, tras el período de formación de los maquinistas

El nuevo edificio, en terrenos de O Páramo. PORTO
photo_camera El nuevo edificio, en terrenos de O Páramo. PORTO

La nueva estación de la variante del tren de A Pobra de San Xiao, ubicada en terrenos del municipio de O Páramo, no tendrá uso, al menos a corto plazo, para los viajeros. Tras la entrada en servicio de los siete kilómetros del nuevo trazado, Renfe mantendrá sus horarios y paradas actuales, de modo que los trenes, que desde hace 16 años no hacían un alto en la estación de A Pobra, tampoco lo harán en la de O Páramo, a menos que cambie la demanda, indicaron desde la compañía.

El nuevo edificio se sitúa en la parroquia paramesa de Moscán, pero en su exterior todavía se puede leer Pobra de San Xián, lo que motivó hace ya tiempo las quejas del pleno de O Páramo.

Su construcción forma parte del proyecto de la variante del tren, en la que se invirtiron unos 90 millones de euros. Aunque en el comunicado oficial de Adif figura como estación de viajeros, al menos a corto plazo no pararán trenes y, de cara al futuro, tampoco parece probable que tenga este uso al ser las paradas en núcleos pequeños incompatibles con la alta velocidad. En la zona de la nueva estación sí se podrán cruzar trenes al quedar prevista así la vía.

El trazado de la variante, que supone la supresión de 14 pasos a nivel y la retirada del ferrocarril del centro de A Pobra, entró en servicio el lunes, día en el que ya circularon por él los mercancías.

Estaba previsto que este martes comenzasen a pasar trenes de media distancia, pero finalmente será este miércoles cuando lo hagan de forma paulatina, una vez finalizado el proceso de formación de los maquinistas, que deben familiarizarse con el recorrido por motivos de seguridad.Por su parte, los convoyes de larga distancia circularán por la variante a partir de este jueves.

Los trenes podrán ir a 160 kilómetros por hora, pero la reducción de los tiempos de viaje será pequeña al tratarse de un tramo corto.

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