Nueva alerta vecinal en Láncara por el mal estado del puente de Carracedo

El viaducto que conecta los concellos de Sarria y Láncara sufre el derrumbe de piedras a lo largo de todo el recorrido
Varias piedras del muro lateral del puente, derrumbadas sobre la calzada
photo_camera Varias piedras del muro lateral del puente, derrumbadas sobre la calzada

Los vecinos de la localidad de Láncara denuncian el deterioro que sufre el puente de la carretera LU-622 que conecta Sarria y Carracedo. Varias de las piedras que forman el puente en los márgenes se han derrumbado y en ocasiones invaden la calzada, poniendo en peligro la circulación por esta zona.

Las grandes piedras de los muros laterales del puente se derrumban y suponen un peligro para los que lo atraviesan a pie

Un vecino de Carracedo, Julio Rodríguez González, explica que el año pasado ya denunció esta situación. «El año pasado se hizo un escrito a raíz de mi denuncia y surtió efecto. Quitaron la hiedra y asfaltaron la carretera, pero con las piedras no hicieron nada», asegura.

«Quitaron la hiedra, pero las piedras las han dejado como están. Hay una aquí, otra allá, otra en el suelo. Es un auténtico peligro. Si se cae alguien por ahí se puede hacer mucho daño».

El puente, de una longitud aproximada de 100 metros, presenta claras aberturas en los muros laterales, fruto del derrumbe de las piedras de gran tamaño. Algunas de ellas se acumulan en los márgenes de la carretera y otras se han precipitado al río Neira. Las grietas recorren el puente a lo largo de todo el recorrido. «El problema es que no han hecho nada. No lo han arreglado. Han quitado la maleza pero tal y como lo han dejado es un peligro para cualquiera que camine por esta zona», asegura Julio Rodríguez.

Estas piedras no cuentan con ningún sistema que las asegure o agarre y se desplazan con el paso del tiempo fruto de las vibraciones que producen los vehículos al atravesar el puente.

DOS AÑOS DE DENUNCIAS. Este vecino de Carracedo asegura que se puso en contacto hace dos años con la Diputación de Lugo para infomar sobre los daños del viaducto. Entonces, en 2015, un responsable de carreteras de la zona acudió hasta el lugar para valorar la situación. Un año después, y sin actuación de ningún tipo, Julio Rodríguez volvió a denunciar el mal estado del puente tras dirigirse personalmente hasta la administración local, donde le aseguraron que retomarían el caso.

Poco después de la segunda denuncia, la Xunta de Galicia se encargó de pavimentar la carretera LU-622 y retirar la hiedra que crecía alrededor del puente y obstaculizaba la circulación en ocasiones. «Pero dejaron las piedras como están. He hablado con ellos varias veces desde entonces sin que haya ocurrido nada. Esto no puede seguir así», se lamenta el vecino lancarés, que reclama de nuevo una actuación urgente para acondicionar el viaducto.

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