Opinión

Núcleo duro de Vox

CINCO PERSONAS mueven los hilos en Vox, que en un tiempo récord ha conseguido convertirse en la tercera fuerza política del país. Ese pequeño grupo marca la línea a seguir y la estrategia, que dejó en evidencia las carencias de Pablo Casado y su equipo con la polémica del pin parental. Además del presidente Santiago Abascal, que se ha revelado como un líder sólido, en el comité de acción política figuran el secretario general, Javier Ortega Smith; el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros; el encargado de coordinar la política parlamentaria, Jorge Buxadé; y el escritor y tertuliano Kiko Méndez Monasterio, principal asesor del máximo dirigente de una formación a la que no agrada nada ser calificada de ultraderecha. Con esta configuración tan reducida, Vox gana en agilidad a la hora de tomar decisiones e integra en la cúpula a personas que oficialmente no pertenecen a la ejecutiva, que suele convocarse con el pescado ya vendido.

Sin referencia clara en Galicia

Aunque cuenta con numerosos seguidores en la comunidad, Vox no tiene un líder o referente claro en Galicia. Y eso le pasa factura en las encuestas. Según la última, no tiene fácil entrar en O Hórreo.

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